"Estoy cansada, asqueada de tantas injusticias que arruinan mi vida y la de mi familia. Lo peor que nos puede suceder es morir, y hablo de morir físicamente porque el alma se muere cuando vives en un país donde la libertad es solo una palabra vacía.
"Mi hijo está secuestrado, ¡secuestrado!, por decir la verdad en un país donde no se puede hablar con libertad. Este régimen se ha encargado de destruirnos, de robarnos hasta las ganas de soñar con un futuro mejor. Son unos esbirros, enviados del infierno, dispuestos a sembrar maldad y desesperación en cada rincón de Cuba. Tienen este país de cabeza, donde no hay esperanza y la gente está atrapada en un ciclo de sufrimiento.
"Las calles están llenas de delincuentes, el narcotráfico está acabando con nuestras vidas, y lo peor es que no les importa. Lo que les importa es mantener a mi hijo preso porque se atrevió a levantar la voz y decir la verdad. Se atrevió a ser libre, a gritar lo que muchos callan por miedo. No... ¡ya basta!
"Ya no puedo quedarme callada. Este circo, este juego cruel y despiadado, tiene que terminar. No me importa lo que digan, ni lo que me hagan. Lo único que quiero es ver a mi hijo libre, libre de las cadenas de un régimen que lo ha encarcelado solo por expresar su verdad.
"Mi hijo no está solo, hay miles de personas como él, presas por pensar diferente, por desear un futuro libre para Cuba. El caso de Luis Manuel Otero Alcántara, el líder del Movimiento San Isidro, es solo uno de los muchos ejemplos de cómo el gobierno cubano persigue, acosa y encarcela a aquellos que luchan por la libertad. Luis fue arrestado por sus protestas pacíficas y por su arte, que cuestionaba la opresión del régimen. Hoy, sigue encarcelado, y con él, muchos otros artistas, activistas y ciudadanos que, como mi hijo, solo exigen justicia y libertad.
"No olvidemos tampoco a José Daniel Ferrer, líder de la Unión Patriótica de Cuba, quien lleva años siendo perseguido y encarcelado por su lucha pacífica. José Daniel ha sido sometido a torturas físicas y psicológicas solo por defender los derechos humanos y la democracia. Su caso es otro reflejo de lo que está ocurriendo en Cuba: la represión implacable contra aquellos que se atreven a exigir un cambio.
"Cada día, la lista de presos políticos en Cuba crece, pero también lo crece la esperanza de que algún día, muy pronto, todo esto termine. Porque aunque nos quieran callar, la voz del pueblo no se apaga y la lucha por la libertad nunca morirá. ¡Libertad para mi hijo y para todos los cubanos!
Del perfil de Jenni Taboada
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