Los cubanos no pueden criticar libremente ni su centro de trabajo. La doctora Oleidys Calzado Jardines fue citada por criticar en Facebook los centros municipales de genética.
"Puede ser que mi última historia haya provocado que muchos desde su pedestal piensen que estoy haciendo una queja o que esté atentando en contra de los principios que llaman revolucionarios", dijo Calzado este jueves.
"Sólo es una llamada de atención sobre un servicio que ha sido olvidado y que además formo parte y no es esta la primera vez que hablo sobre el tema, he presentado una carta a la Directora del supuesto Centro Municipal, con todas las deficiencias expuestas desde hace más que dos años y a la asesora de Imagenología del municipio Santiago. Ambas mis amigas en lo personal y excelentes compañeras que ejercen con competencia su labor, y en disímiles reuniones e instancias en diversos escenarios han planteado estas situaciones, desde la Dirección Municipal y Provincial de Salud, como en el Gobierno Provincial sin solución alguna", contó.
La doctora compartió una carta enviada el 26 de octubre de 2020 a la Dirección Municipal de Salud de Santiago de Cuba.
El no hay y el bloqueo son las respuestas contundentes, pero no sé cómo esto es posible si otras instituciones menos importantes cuentan con recursos y existen locales de médicos de familia en desuso y locales cerrados que podrían ser remodelados y aceptados, los cuales se encuentran más accesibles a nuestra población, explicó.
"Cuando me he tomado la atribución de postear en mi perfil esta publicación, mi único deseo es que llegue al máximo de personas porque en la unidad está la fuerza y esta lucha del Centro Municipal data del año 2008 en que tomamos prestado el local del policlínico Finlay, sin que más nunca nos hayan asignado un lugar".
Poco a poco nos han ido quitando consultas y hasta el aire acondicionado, donde existe una computadora que ha tenido que ser reparada varias veces. No tenemos derecho a reclamar y ya estamos en una situación precaria con la situación del fluido eléctrico, con temor de que el único equipo que tenemos, que no tiene la calidad necesaria para realizar nuestro trabajo además, perezca porque ni tiene batería para soportar las fluctuaciones de la electricidad que existen actualmente, denunció.
"Espero que la próxima cita a la que he sido llamada debido a mi reciente publicación sea para de una vez solucionar estos problemas porque de lo contrario prefiero trabajar en un área de salud pues no puedo llamarle más Centro Municipal a un lugar que tiene peores condiciones que un área y donde atendemos las pacientes de riesgo genético de 17 áreas de salud con un equipo de menor resolución que el de los policlínicos y donde no puedo fallar".
"Espero que esto no se convierta en problema político-ideológico que de hecho no tengo ninguno. Es fácil cuestionar a un ser humano cuando lo colmó la última gota, todavía tengo ganas de trabajar, todavía estoy dispuesta a dar lo mejor, pero ya no lo hago con el mismo entusiasmo porque pasan los años y en vez de ver mejorías cada día estamos peor y en vez de ver gratificaciones, recibimos más reclamos y nuestras condiciones de vida personal también van en decadencia".
"Disculpen aquellos a los cuales les dañe los pétalos. Se que esta lucha recién comienza a pesar de llevar décadas en nuestros hombros, pero si es para alcanzar objetivos lo vale y si no al menos parte de Santiago de Cuba conoce nuestra historia y nuestros deseos. No soy perfecta, tengo muchas deficiencias como ser humano, tengo muchos problemas como todos los cubanos, pero cuando me siento en la silla para hacer mi trabajo, pongo todo mi empeño y mi afán para que mi trabajo salga bien", concluyó.
El pasado 4 de julio, la doctora Oleidys Calzado Jardines dijo: "Me maravilla como los centros municipales de Genética (hablo por los de Santiago de Cuba que son los que conozco) sólo existen de nombre y nada más. Trabajamos realizando el trabajo de las áreas de salud y en el caso del centro cabecera, muchas de las consultas que debían realizarse en el centro provincial y no tenemos un local propio, no existen condiciones favorables y los equipos no se adecuan al volumen ni la calidad de trabajo que se nos exige".
Diagnosticar malformaciones no es tarea fácil, no sólo se necesitan ojos de águila, aparte de años de estudio y experiencia es preciso un equipo de ultrasonido con mejores condiciones, buena resolución. Nuestras sillas son realmente incómodas y angustiante sobre todo después de pasar más de cinco horas sin levantarte.
Se precisa que el local de espera de las pacientes no este pegado a tu puerta para que no entre el murmullo de los que hablan afuera. Sería bueno que mientras las pacientes esperan estén cómodas, ventiladas, si es posible con un televisor con programas educativos, sería factible que el lugar fuera accesible a todas las comunidades o al menos en una localidad donde pare el transporte público.
Se necesita una computadora con acceso a Internet para revisar información porque pueden existir diagnósticos inesperados, lo que se soluciona buscando un local cercano a una zona wifi y asignando un nombre de usuario y contraseña de empresa.
Es necesario al menos un refrigerador para conservar las muestras, pues llevamos el programa de tamizaje y existen muchas dificultades con el transporte y la conservación de las muestras.
Aún cuando los que aquí trabajamos ponemos nuestro mayor esfuerzo, cuando somos reconocidos por la capacitación que hemos recibido, nuestros pacientes se sienten maltratados por la deplorable calidad de la institución que se reduce a las migajas de un local de policlínico inaccesible, además porque el transporte público no llega ni cerca, sin contar con el salón de espera caluroso y compartido con otras consultas.
Las consultas sucias, con las paredes con filtraciones, hacinadas, las Máster en asesoramiento genético deben tener consultas privadas, porque es inadmisible que otra paciente escuche lo que tiene la otra y que los familiares estén de pie. Las consultas tienen que estar también ventiladas.
Las gestantes no deberían subir las escaleras para ser atendidas por el riesgo de accidentes y lo incómodo que resulta para ellas. Es increíble como no existen grupos electrógenos y cuando se va la electricidad no hay consulta hasta que regresa y las pacientes se agotan en la espera o pierden su consulta.
Sabemos que existe el bloqueo externo e internos y otras razones críticas que causan esta abrumadora realidad, pero para exigir una calidad de atención a este programa prioritario se necesita más que corazón y calor humano.
Estos no son lujos, son condiciones necesarias que las he visto en lugares donde se trabaja para el turismo o en instituciones militares, entonces nuestros pacientes y trabajadores se las merecen porque trabajamos para lo más preciado de la sociedad, los niños que están por nacer, afirmó la doctora cubana Oleidys Calzado Jardines.
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