Un cubano celebra la honradez de un joven que se encontró en un ómnibus de La Habana.
Joel Larrinaga Lewis cuenta que había dado por perdida su mochila con documentos y artículos personales pero Carlitos “El Tamalero” le devolvió, no solo el objeto sino la confianza en el ser humano.
“Buenas para todo el orbe, tengo que contar una historia que me pasó ayer (corrresponde al 2 de abril) un muchacho llamado Carlito( el tamalero) en el P9 tenía sus carritos de los tamales, había un asiento vacío él me dijo si le podía ponerle la mochila en el asiento para poderse sentar, el anteriormente me lo propuso pero no quise, Carlos se queda con mi mochila al decir verdad ya no me acordaba de ella, porque siempre la tengo conmigo, me bajo en la Víbora el estaba entretenido con el celular y al ver que no estaba empieza a preocuparse y las personas del ómnibus empiezan a llamar pero yo estaba en una columna organizado las maderas, después me percato que no tenía la mochila, cogí una máquina sin pagar, fui a El Paradero, fui a La Palma y nada, me fui derrotado y a aceptar la realidad que se había perdido”.
La sorpresa de Joel ocurrió cuando llegó a su casa y Carlos lo esperaba con la mochila y tras dar pedales desde Mantilla.
“Cuando estoy llegando a la casa me dicen que me estaban buscando con mi carnet, y con gran sorpresa era la persona que tenía la mochila con todas mis pertenencias no faltaba nada, uno siempre quiere dar algo pero él no quiso nada, sólo agua, mis vecinos le dijeron que esperara un poco y así fue, el muchacho es de Mantilla y vino de noche con una bicicleta prestada para hacer esa obra de caridad, cuando uno ve esos gestos hay que publicarlo y hacerlo viral, porque todavía hay personas de buen corazón. Gracias mi hermano Carlito aquí usted ganó a un amigo incondicional porque eso hoy en día se ve muy poco”, agradeció el cubano.