En un dramático relato de lucha y desesperación, Edelvis Reina Fonseca del Toro, residente de San Miguel del Padrón, La Habana, denuncia las amenazas de desalojo que enfrenta junto a su hija de ocho años por parte de las autoridades de la Dirección Municipal de Planificación Física.
El pequeño cuarto de madera que Edelvis construyó con esfuerzo propio hace aproximadamente dos meses en el reparto Las Yaguas (barrio Cuncuní) se encuentra ahora en el centro de una batalla por la vivienda y la seguridad de su familia. Ubicado a escasos metros de la Oncena Unidad de la Policía, este humilde refugio ha sido su único respiro en medio de la incertidumbre y la falta de vivienda.
Originaria de Contramaestre, provincia de Santiago de Cuba, Edelvis se vio desamparada cuando la dueña de la vivienda que alquilaba repentinamente le informó que debía desalojarla. Con escasos recursos y sin un lugar donde residir, Edelvis tomó la valiente decisión de construir su propio hogar, utilizando sus ahorros para adquirir materiales básicos como tejas de zinc y tablas.
Sin embargo, su lucha por la supervivencia se ha visto amenazada por las autoridades locales, quienes insisten en desalojarla y demoler su modesta morada. A pesar de explicar su difícil situación y la ausencia de alternativas de vivienda, Edelvis ha recibido amenazas de multas y desalojo, aumentando su angustia y desesperación.
El argumento de las autoridades se basa en la propiedad estatal del terreno ocupado, pero Edelvis cuestiona esta justificación, señalando que el mismo terreno fue ignorado cuando era un vertedero. Además, denuncia la falta de coherencia en la aplicación de la ley, ya que otras construcciones similares en los alrededores no han sido objeto de la misma atención.
Esta situación ha sumido a Edelvis en un estado de constante ansiedad y miedo, afectando no solo su bienestar físico y emocional, sino también el de su hija. A sus 51 años, Edelvis se encuentra en una encrucijada desgarradora, donde la protección de su hogar y su familia choca con la burocracia y la indiferencia del gobierno.
Su historia refleja una realidad más amplia en la que la vivienda se convierte en un símbolo de lucha y resistencia para los cubanos que luchan por un lugar al que llamar hogar. La falta de políticas eficaces de vivienda y la burocracia gubernamental han dejado a muchas familias en una situación precaria, enfrentando amenazas de desalojo y demolición sin soluciones reales a la vista.
En medio de esta crisis, Edelvis y su hija claman por compasión y solidaridad, esperando que su historia no caiga en oídos sordos y que encuentren la ayuda y el apoyo que tanto necesitan para asegurar un futuro digno y seguro. Su lucha es un recordatorio de la urgente necesidad de abordar la crisis de vivienda en Cuba y garantizar que todas las familias tengan acceso a un hogar seguro y estable.
Crédito: CUBANET.org
Más de 3 mil 300 arrestos y juicios ejemplarizantes para 'intentar' acabar con el delito
Hace 2 días