La madre cubana Amelia Calzadilla confesó públicamente que ni ella ni su familia creen en los dirigentes del país. "No les creo, perdieron mi confianza", afirmó en una directa donde denunció que la intentan incriminar por "engancharse" a la electricidad de un vecino y ganarse una beca para estudiar en una universidad de España.
"Ya no confío en nadie. En ninguno de ustedes confío. No venga, no quiero escuchar lenguajes vacíos y consignas que no conducen a nada. Toda Cuba quiere hechos", afirmó.
"Nos cansamos de la verborrea, de la grandilocuencia, del 'confía', de no te vamos a desamparar. Hay cubanas desamparadas con niños. ¿Dónde está la responsabilidad del Estado con la infancia? ¿Dónde está UNICEF? Que diga cómo está la alimentación de los niños, con la salud".
"Yo quiere respuestas. No quiero discursos vacíos. En Cuba ya no se trata de que pienses diferente, se trata de que pienses. Si piensas, tú molestas. Y no voy a renunciar a pensar. Quiero cuestinarles cosas".
"Hoy me quieren incriminar porque no tengo ninguna mancha en el expediente. Ninguna porque somos personas decentes, personas que dejamos de creer. Lo decimos abiertamente. Yo no creo en la administración de mi país. Ni podría porque cuando usted una vez se levanta y dice algo y después actúa de otra manera, usted perdió la credibilidad conmigo".
"Aún así, creo que este pueblo les ha dado chance de demostrar lo contrario. No voy a permitir que nadie me hable, a día de hoy, de la salud y la educación. La educación en Cuba es precaria. El nivel de vulgaridad que hemos alcanzado, motivado por nuestro contexto, da pena. Somos personas que damos pena, reconocidos por la vulgaridad. Vulgaridad porque estamos hasta los límites".
"Todos sabemos cómo estamos viviendo el día de hoy. Nadie ha creído ese discurso del huracán, que pasó y tumbó. Nadie. Y a lo mejor es verdad. Pero nadie lo podía creer porque cuando un día nada más mientes. Ya nunca más es igual".
"Ojo, ya no creo y les voy a decir hay muchos que ya no creen y no creen por culpa de ustedes. Ustedes son los que le quitaron la credibilidad a este pueblo, la confianza. Yo no confío. Cualquier Ley en la que ustedes hagan hincapié, para mí es de dudosa procedencia porque yo me he visto afectada directamente de las medidas y las leyes".
"Tocaba denunciar que no les parece suficiente los miles de pesos que les sigo pagando, que sigo sin gas. Sigo sin verme beneficiada de 'los logros del socialismo' porque se supone que la base de mi sistema es que los bienes materiales iban a estar en manos de todos. No de algunos. Para que esos revolucionarios socialista, que les gustan las campañas en las redes, recuerden que quienes están violando los principios que enarbolan, no somos nosotros que nos quejamos. Son ustedes que no los ponen en práctica".
"Yo siento que en este país solo hay cabida para las personas indecentes porque cuando las personas somos decentes y reclamamos decentemente lo que nos afecta, cuando nos cuestionamos dónde está el dinero, la precariedad de los servicios, las medidas administrativas que no están funcionando, cuando perdemos toda posibilidad de creer. Entonces las personas somos sancionadas, juzgadas, ultrajadas, humilladas".
"Yo no sobro en mi país. Mi país debería estar decidido de jóvenes como yo: jóvenes decididos a estudiar, jóvenes que quieren esforzarse, jóvenes que han participado en la construcción de este país. Lo que yo estudié, no lo estudié para enriquecer a mi familia solamente. Pero que mi familia viva bien, tiene que ser mi prioridad", afirmó.
"De eso es lo único que debería de hablar el Código de las Familias. De cómo yo protejo a mis niños, qué valores humanos les enseño y de cómo me sacrifico para que ellos puedan tener algo".
"Yo, que por años trabajando en el sector del turismo produje millones de dólares para este país, conseguí millones de dólares para este país, hay momentos en los que siento que sobro en mi país porque hay dos o tres beneficiados del sistema, que de verdad deberían llamarse 'financiados' que se prestan para las campañas de descrédito contra personas que sencillamente no pueden más. Esas personas están financiadas. Porque si usted recibe una nómina por hablar en el televisor, usted está financiado".
Además la quieren incriminar porque fue beneficiada por un programa de estudios para España. "Programa para el que tuve que examinarme el día 26 de abril para la Universidad de Salamanca, para un programa de traducción y mediación intercultural. No me he ido, pero sí me gustaría irme a cursar mis estudios de 10 meses en Salamanca porque cualquier profesional ambicioso desea lo mejor para sí, su familia y su nación", contó.
"Casualmente, en el marco en el que me mandan las credenciales para solicitar la cita de la entrevista en el Consulado aparece esta situación en la que pagando miles de pesos aún así no me era suficiente y quería robarle la luz a mi vecina".
"Por estas mismas cosas, yo dejé de creer. La única persona a la que los inspectores después de hacer una denuncia pública por 58 núcleo que no teníamos gas y teníamos que cocinar con corriente, vinieron a mí. En aquel entonces me dijeron que fueron agentes de la Seguridad (del Estado). Yo no lo quise especular. Y hoy estoy diciendo que no lo dudo, ni podría dudarlo".
"Saben que no cuentan con mi confianza ni con mi credibilidad. No creo, ni voy a volver a creer".
"Llevamos más de un año soportando la situación precaria del Sistema Eléctrico Nacional y ahora pasó un viento y la terminó de tumbar", denunció.
Amelia Calzadilla afirmó que Cuba necesita ayuda. "No nos están hablando claro porque si estamos poniendo en los hombros de los emigrados el sistema económico del país es porque todavía no tenemos ni idea de cómo vamos a producir y cómo vamos a generar. Nos están diciendo ellos que necesitan las divisas de los que se van".
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