Zujeily Fabá Reyes, la cubana que fue desalojada violentamente de un apartamento en la ciudad de Santa Clara, tras ocuparla de manera ilegal con sus dos hijas menores de edad, lamentó este miércoles la situación de desamparo que estaba atravesando y denunció el procedimiento de las autoridades.
Desde la casa de una vecina, Fabá contó que llevaba días vagando con las niñas antes de decidirse a ocupar la casa, que permanecía abandonada. Luego del desalojo, dijo: “Estos días han sido durísimos”. “Mucha gente me ha apoyado, otros me han ofendido porque no saben por lo que estoy pasando, que realmente es bien duro”, expresó.
La mujer estima que 12 personas irrumpieron en la vivienda para desalojarla a ella y sus hijas, incluyendo tres mujeres y oficiales de tropas especiales, los cuales pueden distinguirse en el video compartido por Cubita Now.
Según refirió, las mujeres la ofendieron mientras la detenían y ella escupió a una de ellas, tras lo cual un boina negra intercedió y le dio una bofetada, lesionándole la boca. La agarraron por el pelo y la sacaron del apartamento. “A mi hija mayor le apretaron las manods y le quitaron el teléfono”, dijo.
Los hechos tuvieron lugar en el reparto Escambray, de la capital de la provincia de Villa Clara, en la región central de Cuba. La hija mayor, de 12 años, filmaba con el teléfono cuando los agentes del Ministerio del Interior entran a la casa y agarran a la madre con violencia en la madrugada del domingo. Los gritos de la niña pidiendo que soltaran a su madre se escuchan en la grabación.
La niña menor tiene cuatro años. Su hermana padece de hipertensión. Los policías las dejaron en la casa mientras se llevaban a la madre en una patrulla, pero luego regresaron por ellas y las trasladaron a todas hasta una unidad. También se negaron a llevar a la hija al hospital a pesar de su enfermedad para comprobar su presión arterial.
Antes de decidirse a ocupar la casa, Fabá estaba conviviendo con su abuela en malas condiciones. ya había acudido a todas las instancias a plantear sus problemas. También envió cartas a las autoridades, pero no resolvía su situación.
Una amistad le comentó que había una vivienda que los dueños habían abandonado varios años atrás para irse a España. Se veía como descuidada, sucia, cuenta la mujer. “No queda de otra, tengo que pasar la noche bajo un techo”, se dijo cuando entró finalmente a la casa tras violentar la puerta.
“Los vecinos me vieron entrar, yo salí para que me vieran, mi posición era que el gobierno me asistiera cuando se enteraran de que había una mujer ocupando una casa”, admitió. Ella no pretendía quedarse con esa casa en particular, fue una decisión en medio de la desesperanza, recalcó. “No tocamos nada, solo quería que mis hijas tuvieran donde pasar la noche”, dijo.
El domingo a las dos de la tarde, los agentes comenzaron a tocarle la puerta y le ordenaron salir. “Les dije que para eso tenían que venir con un funcionario del Gobierno que se encargara de mi caso”, contó. La mujer había colocado varios muebles detrás de la puerta y se quedó allí con sus hijas.
“Ella va a salir por las buenas o por las malas”, dijo uno de los policías. “Me dieron un golpe en la mano para inmovilizarme y ponerme las esposas para que no hiciera resistencia. Unos fueron para arriba de mí y otros para arriba de mi niña que estaba grabando, por eso el video es tan corto”, detalló.