Miles de cubanos han reaccionado con indignación en redes sociales tras el reciente anuncio de la viceministra de Comercio Interior, Aracelys Cardoso Hernández, sobre la apertura de 50 nuevas tiendas dolarizadas en todo el país. Estas tiendas, lejos de aliviar las dificultades cotidianas del pueblo, se perciben como una medida que agrava la desigualdad económica.
El Ministerio de Comercio Interior (MINCIN), responsable de la red de tiendas y mercados estatales, incluyendo los productos normados de la libreta de abastecimiento, se suma a la búsqueda desesperada de divisas que caracteriza al gobierno.
Sin embargo, en estas nuevas tiendas no se aceptarán pagos en Moneda Libremente Convertible (MLC), sino exclusivamente en divisas en efectivo o mediante tarjetas Visa, Mastercard y Clásica.
La reacción de la población no se hizo esperar. Cientos de cubanos han calificado esta medida como una burla al trabajador común. "No tienen vergüenza. Decir que un cubano, con su salario y sin ayuda externa, podrá comprar en esas tiendas es una falta de respeto", denuncian los ciudadanos, quienes se sienten ignorados en su realidad económica.
Muchos recuerdan cómo, en los primeros años de la revolución, se penalizaba la tenencia de divisas extranjeras y el emprendimiento privado. "Lo que prohibieron al principio de la revolución ahora es normal. ¡A cuántos metieron preso por tener un negocio en el 'plan maceta' o por poseer un dólar, y ahora es la moneda fuerte en este país? ¡Qué cinismo!", lamentó Juan Carlos O.R.
Otro cubano expresó: "¡Qué falta de respeto con esas tiendas! En este país nadie cobra en dólares. Solo pueden comprar quienes tienen familia en el extranjero, y los demás deben seguir pagando precios exorbitantes en la calle a las Mipymes".
Los ciudadanos también critican el uso de los mismos argumentos que justificaron la apertura de las tiendas en MLC, afirmando que estas medidas nunca lograron surtir adecuadamente las tiendas en moneda nacional. "Crearon las tiendas MLC para surtir las de pesos cubanos, y ahora crean tiendas en dólares para surtir las de MLC y las de MN. Es un sin sentido", apuntó otro internauta indignado.
Las críticas también alcanzaron a la Mesa Redonda, plataforma oficialista que muchos consideran un vehículo para justificar las políticas del gobierno. "La Mesa Redonda es la plataforma de los mentirosos y abusadores de todo un pueblo", escribió un comentarista, mientras que otro añadió: "Randy tiene buena entrada económica, nunca desaprueba ni con el movimiento de su cabeza todas las barbaridades que se plantean".
Algunos comentarios mezclaron la indignación con reflexiones históricas sobre la discriminación económica y política que ha sufrido el pueblo cubano durante décadas. "Vivimos de las limosnas de aquellos a quienes nuestros dirigentes llamaron: escorias, lumpen, antisociales. No aprendemos que cuando se discrimina y se maltrata a un pueblo, las palabras se convierten en un castigo divino", reflexionó Lázaro F.
La percepción generalizada es que estas nuevas tiendas en dólares no resolverán los problemas económicos del país, sino que profundizarán la desigualdad y limitarán el acceso a bienes básicos para quienes dependen de salarios y pensiones en pesos cubanos. La viceministra Cardoso Hernández justificó la medida alegando que la oferta en moneda nacional es insuficiente debido a la contracción de la producción y el déficit de divisas, factores que impiden el reaprovisionamiento del comercio interno.
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