La alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, expresó este martes su “profunda y creciente preocupación” por el alarmante número de muertes y emergencias médicas ocurridas en centros de detención de inmigrantes en Florida, y exigió al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) un informe completo y transparente sobre lo que ocurre en esas instalaciones, muchas de ellas ubicadas en su propio condado.
La solicitud fue realizada a través de una carta dirigida a la secretaria del DHS, Kristi Noem, donde Levine Cava no solo pide un reporte detallado sobre las cinco muertes registradas este año bajo custodia del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) en Florida, sino también investigaciones médicas independientes y la adopción de medidas que corrijan los fallos estructurales del sistema.
Florida concentra casi la mitad de todas las muertes en custodia reportadas por ICE en lo que va del año fiscal 2025. Tres de los fallecimientos ocurrieron en el Centro de Detención Krome, en el suroeste de Miami-Dade; otro en el Centro Transicional de Broward, y uno más en el Centro Federal de Detención de Miami.
La situación es tan preocupante que solo en junio se registraron 32 emergencias médicas en el centro Krome, frente a las cinco del mismo mes en 2024. La muerte más reciente fue la de un ciudadano cubano de 75 años con casi seis décadas de residencia en EE.UU., mientras que días antes falleció también un canadiense detenido en el FDC de Miami.
Levine Cava advirtió que la respuesta federal ha sido insuficiente y opaca. “La transparencia y la rendición de cuentas no pueden seguir postergándose mientras las vidas de personas detenidas están en riesgo”, afirmó en su declaración.
Uno de los puntos más polémicos es el nuevo centro migratorio conocido como "Alligator Alcatraz", ubicado en una pista aérea abandonada dentro de la Reserva Nacional Big Cypress, a 40 millas al oeste de Miami. Construido en solo nueve días con carpas de estilo campamento y una capacidad para 3.000 detenidos, su costo operativo asciende a 450 millones de dólares al año. Levine Cava pidió expresamente al gobernador Ron DeSantis que permita a las autoridades locales supervisar esta instalación, señalando que se construyó sobre una propiedad que pertenece a los contribuyentes del condado.
“La comunidad de Miami-Dade es el hogar de inmigrantes de todo el mundo que huyeron de la violencia y buscan una vida mejor. No son criminales, y no deben ser tratados como tales”, dijo la alcaldesa, criticando la política migratoria de la administración Trump, que según ella “prioriza el miedo sobre la compasión”.
Para Levine Cava, lo que enfrenta Florida no es una crisis de inmigración, sino una oportunidad mal gestionada. “Deberíamos concentrarnos en deportar criminales peligrosos, no en castigar a quienes obedecen la ley y aportan a nuestra economía”, subrayó.
La semana pasada, una delegación de legisladores demócratas intentó ingresar a Alligator Alcatraz y les fue negada la entrada. La alcaldesa insiste en que este tipo de opacidad es inaceptable y exige la adopción de políticas migratorias más humanas, que garanticen condiciones dignas y vías claras hacia la legalización.
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