Iván Alonso, reconocido comentarista deportivo de la emisora COCO y figura entrañable del desaparecido equipo Metropolitanos, falleció tras una prolongada afección cardíaca, según confirmó su amigo y colega Yasel Porto.
Su partida deja un enorme vacío en la radio deportiva cubana, donde por más de tres décadas se convirtió en una voz querida, apasionada y respetada.
Su amor por el béisbol comenzó desde niño, aunque nunca se destacó como jugador. Fue la voz, no el guante, lo que le dio protagonismo.
En 1984, debutó profesionalmente en la COCO y en el estadio Latinoamericano, bajo la guía del legendario estadístico Mario Valdés. Durante años se desempeñó como anotador oficial, pero su verdadera vocación emergió cuando a los 50 años, con entusiasmo juvenil, completó un curso de narración deportiva y dio el salto a los micrófonos como comentarista.
Una de sus anécdotas más recordadas ocurrió durante una histórica remontada de los Metropolitanos contra Matanzas. Mientras narraba, la emoción lo desbordó y soltó al aire: “¡Esto es puro corazón rojo!”, haciendo alusión al color del uniforme del equipo. La frase se convirtió en lema entre los seguidores de los Metros.
Ferviente defensor del béisbol capitalino, Alonso se opuso al desmantelamiento de los Metropolitanos en 2012. Consideraba que esa decisión borraba parte de la identidad deportiva de La Habana. “Los Metros eran más que un equipo: eran un sentimiento”, solía decir.
Durante más de dos décadas condujo Tribuna Deportiva, un programa radial que atrajo a miles de oyentes apasionados, conocidos como “tribuneros”. A través de ese espacio, cultivó una comunidad de aficionados con quienes compartía análisis, debates, historias y, sobre todo, un profundo amor por la pelota cubana.
En sus últimos años, incluso tras jubilarse, continuó escribiendo estadísticas y colaborando en programas deportivos. Durante la pandemia, encontró refugio en los números y en el recuerdo de sus jornadas en el estadio.
Iván también fue una voz crítica, exigiendo que los mejores peloteros cubanos —dentro y fuera del país— integraran un equipo nacional unificado. Para él, la camiseta de Cuba debía llevarse con talento, sin exclusiones.
Su legado perdura en cada narración vibrante, cada anotación meticulosa y cada fanático que alguna vez lo escuchó y sintió que hablaba desde el alma.
Empresa en Ciego de Ávila reanuda la pesca de camarones… pero solo para la exportación
Hace 21 horas
“11J: Un Solo Pueblo”, expo tributo en Miami a los rostros y voces de la protesta en Cuba
Hace 1 día
Hermanos se convierten en el rostro del negocio familiar ante temor a redadas migratorias
Hace 1 día