Tras cinco días en huelga de hambre en protesta por el cerco policial a la sede de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) y el hostigamiento contra sus activistas, el líder del grupo, José Daniel Ferrer, y su esposa, Nelva Ismarays Ortega, abandonaron la acción.
Fue el propio Ferrer quien realizó el anuncio a través de sus redes sociales y explicó que la decisión responde a que han alejado el cerco varias cuadras.
"(...) Mi esposa y yo, al ver que en los últimos 4 días las fuerzas represivas del régimen se han retirado y no han atacado nuestra labor humanitaria, hemos decidido poner fin a la huelga", escribió Ferrer en Twitter.
"Si retoman los ataques, protestaremos con más fuerzas", argumentó el activista, en tanto dejó claro que su lucha es pacífica y que solo pretenden ayudar a las personas más desfavorecidas.
No obstante, reiteró antes de finalizar el material que difundió a través de su cuenta oficial de Twitter que "nosotros vamos con nuevas acciones de protesta, enérgicas, hasta tanto se respete nuestro derecho a asistir a los más necesitados".
Ferrer y Ortega comenzaron el ayuno voluntario el pasado jueves, después de que varios activistas fueran arrestados arbitrariamente.