El actor cubano Rone Luis Reinoso Despaigne, que ha puesto la voz cantada y hablada del cangrejo Sebastián en el live action de ‘La Sirenita’, ha calificado de “maravillosa” la experiencia de darle vida a uno de los personajes "más míticos" de Disney.
En exclusiva para CubitaNOW, el joven que durante un año y medio interpretó a Ike Turner en el musical de ‘Tina’, basado en la vida de la recién fallecida cantante Tina Turner, en el Teatro Coliseum de la Gran Vía de Madrid, afirma que se sintió “muy bien” haciendo de Sebastián y se siente "muy bien" con el resultado. Además, “a la gente también le ha gustado mucho; me han escrito mucho”.
Conocido en Cuba sobre todo por su participación en la serie 'Zoológico' y la telenovela 'Latidos compartidos', Rone precisa que, en la versión en español de 'La Sirenita', fue dirigido por dos directores: uno para “lo del tema canciones” y otro para la voz del personaje durante toda la película.
Detalla que Sebastián llegó a él a través de una amiga que trabajó en ‘Tina’. “Ella me dijo que había dado mi número para doblaje, porque estaban buscando voces nuevas y al mes me llamaron para hacer un casting”. Pero no le dijeron “para qué”. De hecho, fue cuando llegó al estudio, donde había una pantalla gigante con la imagen de un cangrejo, que le explicaron qué personaje podría hacer. Rone recuerda que aquel día estaba “muy nervioso” porque nunca antes había doblado voces. Le pusieron unos “cascos” y empezaron... Luego, "decidieron las personas de Doblaje de Disney". “Fui uno de los últimos en entrar a la peli”, precisa.
A la vez, el nacido en La Habana aclara que, aunque siempre le ha gustado cantar y ha tenido incluso un grupo propio, no fue hasta que se preparó para hacer el personaje de Ike que empezó a tomar clases de canto, algo que le “vino muy bien” para ‘La Sirenita’.
Sobre la polémica de “La Sirenita negra”, Rone siempre se dijo: “Quiero ver la peli”. Aunque mucha gente cuestionó el live action de Disney porque “les estaban desmontando su Sirenita blanca y pelirroja” (algo que entiende y no debate), a él no le estaban “tumbando ningún mito”.
Lo único que a Rone le interesaba era que la actriz que interpretara a La Sirenita, “más allá de que fuera negra, blanca, azul o verde”, lo hiciera bien. Y cuando vio la cinta, “flipó”. “Si te molesta, no lo veas. Hay cosas muy sencillas y que complicamos mucho”, resume no sin elogiar la banda sonora y confesar que le encantaría volver a ver la película.
Siempre el Rone actor
Como tiene muchos amigos actores que están en España, a Rone la emigración le ha sido más fácil. No obstante, desde que salió de Cuba, tuvo claro que al llegar a España tendría “que hacer lo que fuera para sobrevivir”.
En cualquier caso, “uno nunca deja de ser actor o actriz, haga lo que haga”, y Rone lo sabe. “Con esa premisa te enfrentas a la vida. Yo aquí trabajaba en tiendas porque sabía que tenía que hacer algo para vivir, pero siempre tuve como esa sensación de que era algo momentáneo, de que ‘ese era un proceso para...’”, afirma.
Esa sensación le duró dos años, hasta que llegó la oportunidad de ‘Tina’, “que le dio un giro de 360 grados a mi vida”. Se mudó de Valencia a Madrid y “cambió todo”. Es decir, que “siguió el camino del Rone actor”.
Lo peor y lo mejor de emigrar
Lo peor de emigrar, sin dudas, ha sido tener que hacer algo distinto a lo que estudió. “La pasé muy mal”. A pesar de que su padre lo apoyó, fue difícil verse “con un gorro de cocinero”. Entonces pensó mucho en que en Cuba él había hecho televisión y teatro, pero “sin un peso en el bolsillo”.
“Ha sido muy duro levantarse todos los días para ir a un lugar al que no quieres ir. Eso a mí me frustra mucho, pero por ahí pasamos todos. No soy ni el primero ni el último ni el que peor la ha pasado tampoco”, asegura Rone.
Para él, lo mejor de irse de Cuba fue que su techo creció. “En Cuba de alguna manera todo gira ahí mismo. Todo se queda ahí. No hay una apertura al mundo. Yo podía hacer todo el teatro o la televisión de la vida, pero sabía que se quedaba allí”. Ya fuera han llegado otras oportunidades y la posibilidad de enseñar cuánto puede él hacer.
Si bien reconoce la calidad del teatro que se hace en Cuba y de los maestros que tuvo, resalta que los recursos y las comodidades son muchas para hacerle fácil las cosas al actor. “Para que el actor esté bien”. Dice que, en ‘Tina’, por ejemplo, tenían un fisioterapeuta que iba una vez por semana; y él no tenía que coger el P4 a las doce del día, “atacado”, para llegar trabajar y que se hubiera suspendido”.
Ike Turner en el musical ‘Tina’
Rone cantaba “de vez en cuando” en “una cosa que se llama Afrojam”, adonde subía e improvisaba un poco. Fue cuando empezó “un proceso de ensayos para hacer castings” para ‘Tina’ que se tornó más serio. Fue pasando de casting en casting, “pero luego vino la pandemia y todo se paró”. Después, lo volvieron a llamar para interpretar a un personaje que es “muy rico”.
“Cuando yo veo a mis compañeros del teatro musical siempre les digo: Los admiro a todos. Admiro toda la formación que tenéis. Sabéis bailar, cantar e interpretar”, resalta, a pesar de que en Cuba pensaba que no se podían hacer esas tres cosas bien. “Pero resulta que sí se logra: con formación y tratando de hacerte versátil. Tienes que tratar de abarcar lo más que puedas”.
Ahora, Rone se está preparando para un musical nuevo, que se estrena en el mes de octubre en Madrid y cuyos ensayos empiezan en agosto. Además, le “ha tocado la suerte” de poder hacer con el director cubano de teatro Carlos Díaz una versión de ‘La Celestina’, que se estará poniendo en el Festival de Teatro Clásico de Alcalá de Henares los próximos 1 y 2 de julio.