Un cubanoamericano residente en la ciudad de Las Vegas, se encuentra hoy preso en Venezuela bajo acusaciones de terrorismo por viajar con un dron pequeño a ese país, al que fue de vacaciones a comienzos de 2021.
A Jorge Alberto Fernández Hernández, quien vive desde 1994 en EE.UU. y es oriundo de La Habana, lo detuvieron las autoridades el 26 de febrero de 2021 en la alcabala Peracal de San Antonio del Táchira, apenas llegando a territorio venezolano.
Su historia fue publicada por el portal Infobae, que cita como fuentes familiares del cubanoamericano, quien llevaba consigo, en el momento de su detención, un dron pequeño de juguete que usaba para tomar fotos y videos durante sus vacaciones, según los entrevistados.
Luego de casi un año, el juicio en su contra se celebraría la víspera. Fernández envió un manuscrito donde denuncia que “nunca se me ha permitido hacerles una llamada a mis padres e hijos, tampoco se me ha permitido comunicarme con mis embajadas, en total violación a mis derechos humanos”.
“Mi audiencia de presentación fue el 29 de septiembre del 2021, siete meses después de que fui detenido, violando el código penal”, refiere el cubanoamericano, que celebró su cumpleaños 52 en la cárcel.
Durante el tiempo detenido, asegura haber sido víctima de xenofobia, pues se referían a él como “gringo” de manera despectiva, ya que ingresó a Venezuela con pasaporte estadounidense.
“Tampoco se ha permitido que mis abogados me defiendan; durante la audiencia preliminar la jueza María Renee Garrido (Luisa René Garrido Traspalacios, juez del Tribunal Tercero de Control con competencia en Terrorismo) conocida como La Nena, me negó ese derecho, me ofendía verbalmente con palabras obscenas y me dijo que asumiera (los hechos) o me fuera a juicio, porque ella no iba a negociar nada conmigo sobre los delitos que se me imputan”, dice en el citado manuscrito.
Fernández lamenta el abandono por parte del gobierno de EE.UU., al tratarse de un ciudadano del país norteamericano y “desde mi detención nunca se ha preocupado por mí”. “El pasado 12 de diciembre estuvo un representante del presidente Biden aquí en Venezuela y se reunió con los 6 (detenidos) de Citgo, el señor Mathews y los dos (Luke Denman y Airán Barry) de (Operación) Gedeón) y yo fui olvidado, no sé si por mi apellido”, sostuvo.
Al mismo tiempo, dice que él no está vinculado de ningún modo con la política, sino que es “un simple obrero que vive en Estados Unidos”. Asegura que ha perdido 20 kilos de peso desde su detención. “Tengo problemas de la sangre; soy anémico ferroso y nunca me han hecho un examen de sangre para chequear mi hemoglobina, aunque lo he pedido en múltiples ocasiones”, apunta.
El cubanoamericano declara que llegó a Venezuela a través de una trocha con ayuda de un trochero que le consiguió transporte. Tan pronto vieron su pasaporte —dice— comenzaron los problemas. “Fui detenido por la Guardia Nacional y después entregado a la DGCIM (Dirección General de Contrainteligencia Militar) de San Antonio”, detalla.
Lo llevaron a un cuarto de la Guardia Nacional para interrogarlo, lo esposaron con las manos hacia atrás en una silla y comenzaron a golpearlo y pedirle explicaciones sobre las razones de su visita a Venezuela.
“Les dije que mi motivación es por turismo, les pedí que miraran mis redes sociales que ese es mi hobby, pero ellos decían que eso no era verdad, que yo era uno de esos agentes que vienen al país hacer terrorismo”, cuenta.
Su escrito agrega que se negó a decir que era agente o pertenecía a alguna organización terrorista. En sus redes sociales, muestra variadas imágenes de los viajes realizados por el continente como turista. Nunca había estado en Venezuela.
Sobre las motivaciones de su viaje al país gobernado por el régimen de Nicolás Maduro, explicó que fue “por curiosidad, porque aquí hay muchas cosas lindas como el Salto de Ángel”. También menciona otros atractivos como los relámpagos del Catacumbo, Canaima y Chichiriviche. “De verdad nunca pensé tener problemas porque nunca lo había tenido antes en ninguna otra parte”, afirma.
En 2018, Maduro fue objeto de un supuesto ataque aéreo con drones durante un desfile militar. Las autoridades reportaron entonces que efectivos de la Guardia Nacional resultaron heridos. El gobierno arrestó a varias personas.