¡Urgente! El preso político Jaime Firdó Rodríguez, excarcelado el 19 de enero de 2025, ha sido víctima de una revocación arbitraria de su libertad condicional. Desde el 1ro de abril, permanece recluido en la unidad policial del Capri, en La Habana, sin explicaciones claras ni debido proceso.
Su madre, Yuneisy Rodríguez García, ha denunciado públicamente, entre lágrimas y con la voz quebrada por el dolor, que su hijo fue citado en múltiples ocasiones por un oficial de la Seguridad del Estado identificado como Ariel.
En cada encuentro, se le exigía que colaborara con el régimen. Al negarse, comenzaron las amenazas: “Te vamos a encerrar otra vez”, le dijeron. Y cumplieron su palabra.
Yuneisy no ha recibido documento alguno que justifique legalmente la revocación. Todo ha sido verbal, confuso, con evasivas que solo agravan la angustia de una madre que ya vivió el infierno de ver a su hijo preso por ejercer su derecho a protestar. “No hay papel, no hay firma, no hay verdad”, repite con impotencia.
Según las autoridades, Jaime habría faltado 72 horas a su trabajo sin justificación, argumento que su familia rebate mostrando un certificado médico por una crisis de asma. A pesar de eso, permanece encerrado, incomunicado y bajo un limbo legal que lo mantiene a merced de la arbitrariedad.
“Me están matando a mi hijo en vida”, clama Yuneisy, denunciando no solo la injusticia, sino también el desgaste emocional, psicológico y físico que esta situación provoca en ambos.
“Cada noche que paso sin saber cómo está, siento que me falta el aire a mí también”, dice. Su rostro muestra el peso de la desesperanza, pero también de la valentía de no guardar silencio.
Jaime fue condenado a siete años de prisión por participar en las protestas del 11 de julio de 2021. Fue excarcelado como parte de las negociaciones entre el régimen cubano y el Vaticano, pero hoy, apenas tres meses después, ha sido devuelto a una celda, sin juicio, sin pruebas, sin justicia.
Cubalex ha recibido su testimonio y lo amplifica para que el mundo escuche: hay madres en Cuba que resisten, que denuncian, que no se rinden, aunque el sistema les rompa el corazón una y otra vez.