La oficina de Correos de Cuba en el municipio de Viñales, Pinar del Río, ha sido transformada en un punto de venta de productos básicos, en una iniciativa bautizada popularmente como la "correocuevita".
Esta conversión responde a la estrategia oficial de “diversificación de servicios” y vinculación con actores económicos, como parte de un intento por generar ingresos y mejorar las condiciones laborales de sus trabajadores.
La acción, aunque presentada como innovadora, genera una ola de comentarios entre los ciudadanos, muchos de los cuales la perciben como una evidencia más del colapso económico y funcional de las instituciones estatales.
En esta nueva etapa, la oficina postal vende ropa, artículos de aseo, alimentos y productos para el hogar gracias a un acuerdo con la mipyme “Mi Casa Peti”, que proporciona la mercancía en consignación.
Todo esto, aseguran las autoridades, sin que se interrumpan los servicios postales ni financieros. Sin embargo, la imagen de una oficina de correos convertida en tienda ha causado desconcierto en las redes sociales, donde los cubanos ironizan sobre la continua transformación forzada de espacios estatales debido a la escasez.
"Cuando parece que nada va a sorprender… cachán ¡la correocuevita!", escribió con sarcasmo un internauta, captando el sentir general de incredulidad ante lo que muchos consideran una medida desesperada.
En un país donde la supervivencia depende de la reinvención constante, que una institución pública cambie sus funciones esenciales para convertirse en un negocio minorista no se percibe como innovación, sino como evidencia de un colapso estructural.
"Esta iniciativa no oculta la profunda crisis que atraviesa el servicio postal cubano". Las denuncias por pérdidas de paquetes, sustitución de contenidos y robos son frecuentes. Casos como el de una joven que recibió un paquete incompleto, o el de una cubana a la que le sustituyeron un celular por otro objeto, son solo algunos ejemplos recientes. Incluso cubanos en el extranjero, como un médico en misión en México, relatan con frustración sus experiencias ante un sistema en el que no confían.
Mientras las oficinas postales como la de Viñales se convierten en tiendas improvisadas, la eficiencia y confiabilidad del correo —su función original— sigue en declive. El contraste entre el discurso oficial, que presume mejoras, y la realidad cotidiana llena de irregularidades, refleja una profunda desconexión entre el Estado y las necesidades reales de los ciudadanos.
La "correocuevita", más que una solución, es un síntoma visible de una economía en estado de emergencia permanente.
La noticia de la "correocuevita" ha sido promocionada por la página oficial de Correos de Cuba en Facebook .
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