El Zoológico Nacional de Cuba, conocido como el zoológico de 26, fue fundado en el año 1939 con el objetivo de ofrecer un espacio educativo y recreativo para las familias habaneras, así como un lugar digno de cuidado y exhibición de animales.
Durante décadas, fue uno de los espacios más visitados por niños, estudiantes y turistas. Sin embargo, con el paso del tiempo y la falta de mantenimiento estatal, este emblemático lugar ha caído en un deterioro progresivo que ha llegado a niveles alarmantes, según lo documentado recientemente en publicaciones virales como la de la usuaria Lara Crofs en Facebook.
Lara compartió imágenes y denuncias sobre las crueles condiciones en que sobreviven los animales del zoológico. Leones que supuestamente murieron de hambre, cocodrilos sin agua, estanques llenos de basura y animales carnívoros alimentados con plátano hervido, son algunas de las escenas relatadas por visitantes frecuentes.
“Sus caras hablan por sí solas”, comenta una madre, quien lamenta que sus hijos salieran del paseo con el alma rota. Los relatos coinciden en el abandono extremo, la desidia oficial y la ausencia total de instituciones estatales que se hagan responsables de este escenario.
Comentarios como el de Marcia González reflejan el sentir general: si el pueblo cubano vive en ruinas, “¿qué se puede esperar para esos pobres animales?” La indignación se multiplica al leer que “los ojos de los animales piden auxilio” y que “hasta el hipopótamo parece rogar por comida”. Las denuncias no son recientes. Según usuarios como Lourdes Rodríguez, “hace años que el agua de las lagunas no se cambia, sólo se pasa de un estanque a otro”, mostrando que el problema ha sido sostenido por la negligencia y la falta de empatía institucional.
Visitantes recientes aseguran que el deterioro ha tocado fondo. América González describe cómo el cocodrilo no tenía “ni una gota de agua” y que los hábitats están repletos de basura y objetos cortantes. Otros reportan que en el zoológico de Santiago de Cuba se alimenta a los leones con plátano burro, y que los animales están al sol, sin sombra ni alimentos adecuados. La frustración crece entre los usuarios al comprobar que no hay autoridades visibles que respondan, ni medios estatales que informen.
La publicación motiva propuestas como la recolección de firmas para visibilizar el abandono y exigir soluciones. Mientras tanto, el zoológico de 26, símbolo de una era más próspera, hoy es reflejo del colapso institucional de un país donde ni siquiera los animales encuentran amparo.
“Cuba entera está como el zoológico: abandonada, famélica, sin esperanza”, escribe un usuario. Y entre la tristeza y la impotencia, crece un grito colectivo que exige atención, respeto y dignidad, aunque sea para los que no pueden alzar la voz.
USCIS lanza revisión extrema para solicitantes de asilo: antecedentes penales bajo lupa
Hace 3 horas