Un grupo de cubanos con el documento migratorio I-220A se manifestó frente a la Casa Blanca, solicitando que se les conceda una resolución para su limbo migratorio en Estados Unidos, pues tras entrar por la frontera no pueden ajustar su estatus por la Ley de Ajuste Cubano, ya que la I-220A no es considerado un parole. La protesta, que se da a solo tres semanas de las elecciones en EEUU, representa a más de 300.000 cubanos que ingresaron al país por la frontera y enfrentan esa incertidumbre en su estatus legal.
“No estamos pidiendo que se modifique la ley, solo que la interpretación sea la correcta para darnos una ventaja migratoria”, dijo uno de los manifestantes al periodista Mario J. Pentón. Los manifestantes exigen que la administración actual considere una solución de "parole in place" para todos los afectados, lo cual les permitiría legalizar su situación y evitar el complejo proceso de asilo, considerado casi imposible de ganar debido a la saturación de casos.
Aemás, buscan evitar la deportación y acceder a beneficios como ayudas sociales, la compra de vivienda, y oportunidades laborales que faciliten el camino hacia la ciudadanía. “Todos somos trabajadores, pagadores de impuestos, tenemos negocios y no podemos regularizarnos”, explicaron.
Los manifestantes recalcan que la incertidumbre afecta a una amplia comunidad de trabajadores y contribuyentes cubanos. Muchos de ellos, incluso con años en Estados Unidos, que no han podido regularizar su estatus ni acceder a servicios básicos o beneficios sociales.
Las protestas buscan no solo un cambio en la normativa, sino también visibilizar las dificultades que enfrentan y la urgencia de una medida política que brinde estabilidad y un futuro mejor para miles de familias. Estas protestas no son un fenómeno nuevo. En enero de 2024, un grupo se reunió en Washington con la misma demanda, buscando que el I-220A sea considerado un parole. Meses antes, en octubre de 2023, una caravana en Miami también pidió este cambio, con el respaldo de la alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, quien instó al Departamento de Seguridad Nacional a otorgar un parole retroactivo.
En este caso, el "parole in place" es un beneficio migratorio en EEUU que permite a ciertos inmigrantes, que ingresaron al país sin autorización, obtener un estatus legal temporal sin tener que salir del territorio estadounidense. Esta medida les concede una protección temporal contra la deportación y, en algunos casos, les permite ajustar su estatus migratorio para obtener la residencia permanente, como si hubieran ingresado legalmente al país.
Dicha vía es comúnmente utilizado para familiares inmediatos de militares o veteranos de las Fuerzas Armadas de EEUU; sin embargo, recientemente, la administración de Joe Biden ha utilizado el "parole in place" para facilitar la regularización migratoria de cónyuges de ciudadanos estadounidenses. El beneficio abarca a más de medio millón de personas que cumplen con los requisitos establecidos. Por tal motivo, los más de 300.000 cubanos con I-220A reclaman que se tome una medida similar con ellos.
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