La crisis energética en Cuba continúa generando un creciente descontento social, al que las autoridades responden con amenazas y detenciones, mientras pierden gradualmente su capacidad coercitiva. La comunidad de Cabacú en Baracoa, provincia de Guantánamo, fue escenario de una nueva protesta ciudadana debido a los prolongados cortes de electricidad que afectan a toda la población, especialmente a los residentes del Oriente de Cuba.
Los vecinos de la zona conocida como La Bacanera salieron a las calles después de soportar más de 12 horas sin servicio eléctrico, según informó el centro legal independiente Cubalex en sus redes sociales. “Hemos recibido reportes de una protesta en la comunidad de Cabacú, Baracoa por los prolongados cortes de electricidad. Fuentes locales confirman la presencia de policías en el lugar de la protesta”. Esta nueva manifestación se produce en un contexto crítico para el país, con amplias zonas enfrentando cortes de electricidad prolongados.
Cabacú, una de las comunidades más golpeadas por las lluvias del huracán Oscar a finales de octubre, enfrenta además las secuelas de ese desastre natural. Las persistentes interrupciones en los servicios básicos han agudizado el descontento social, evidenciado por este tipo de movilizaciones.
Cabacú ya ha sido escenario de manifestaciones ciudadanas motivadas por el descontento social ante los prolongados apagones. El pasado 17 de mayo de 2024, vecinos de esta comunidad salieron a las calles tras soportar más de 14 horas sin electricidad.
Durante la última protesta, los manifestantes expresaron su indignación con consignas como "¡Queremos corriente y comida!", exigiendo soluciones a la crisis energética y la escasez de alimentos que padecen. Fuentes locales confirmaron a Diario de Cuba la presencia de agentes de la policía en el lugar, aunque no se han reportado incidentes violentos ni detenciones hasta el momento. Cubalex aseguró estar verificando la información y lanzaron un llamado a quienes puedan aportar más detalles sobre lo ocurrido.
Este episodio refleja la creciente desesperación de los cubanos ante una situación económica y social que no mejora. Los apagones se han convertido en una constante que, sumada a las dificultades económicas y los efectos de los desastres naturales, alimenta el malestar popular.mPor ahora, las autoridades no han emitido un comunicado oficial sobre los hechos en Cabacú. Se espera que surjan más detalles a medida que organizaciones independientes y testigos locales continúen reportando sobre la protesta.
Otro lugar calamitoso es la provincia de Artemisa, sobre la cual, el Consejo de Defensa Nacional informó que solo el 51,69 % de la población tenía acceso al suministro eléctrico, lo que refleja la gravedad de la crisis energética que afecta a toda la nación desde el colapso total del sistema eléctrico ocurrido el pasado 18 de octubre.
A todas estas protestas pacíficas que han tenido lugar a lo largo del país en los últimos meses, siempre el aparato represivo de la dictadura ha actuado en contra del pueblo, que es a quien defender. Las detenciones se multiplican una vez concluida la manifestación. Ejemplos sobran: el 7 de noviembre de este año, en Encrucijada, Villa Clara, residentes se congregaron frente a la sede del gobierno municipal para exigir soluciones inmediatas tras más de 48 horas sin electricidad. La protesta fue reprimida por las fuerzas policiales, resultando en varias detenciones.
En La Habana, durante la tercera noche consecutiva de apagón general, se registraron protestas en diferentes barrios. Los manifestantes expresaron su frustración por la falta de electricidad y la escasez de información oficial sobre la situación. La respuesta gubernamental incluyó un despliegue policial significativo para contener las manifestaciones.
En Santiago de Cuba, también se observaron protestas similares, con ciudadanos exigiendo el restablecimiento del servicio eléctrico. Una de las mayores en la Carretera del Morro. Las autoridades respondieron con una fuerte presencia policial en las calles para disuadir las concentraciones.
Estas manifestaciones, motivadas por la crisis imperante que Pinocho y su pandilla no pueden eliminar, han tenido una sola respuesta gubernamental: represión y detenciones de manifestantes, lo que ha generado críticas de organizaciones de derechos humanos y de la comunidad internacional.