La reciente final del Mundial de Clubes entre Chelsea y Paris Saint-Germain, celebrada en el MetLife Stadium, no solo dejó como campeón al conjunto inglés, sino también una anécdota inesperada protagonizada por Donald Trump. El presidente de Estados Unidos, invitado especial a la ceremonia de premiación, se convirtió en el centro de atención por su peculiar comportamiento tras el pitido final.
Marc Cucurella, lateral izquierdo del Chelsea, compartió lo vivido junto a sus compañeros en una entrevista con el canal “Jijantes”. El español confesó sentirse intimidado por la presencia de Trump en el podio, a quien inicialmente se le había asignado la tarea protocolaria de entregar el trofeo y luego abandonar el escenario.
“Nos dijeron que no podíamos tocar el trofeo hasta que él se marchara. Pero no se quería ir. Estaba ahí parado, mirándonos, y nos decía: ‘Venga, levanten el trofeo, yo me quedo’. Nadie sabía qué hacer, estábamos todos tensos. Yo estaba cagado”, relató entre risas.
La escena se viralizó rápidamente. Trump, acompañado por el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, permaneció en el centro del escenario durante el momento culminante en que el Chelsea alzaba la copa. Lejos de mantenerse al margen, como indican las normas, el mandatario optó por disfrutar del protagonismo.
Pero eso no fue todo. En declaraciones posteriores a DAZN, Trump reveló que el trofeo original del Mundial de Clubes permanece en su poder desde hace meses. Diseñado por Tiffany & Co. y valorado en 230,000 dólares, el trofeo fue mostrado públicamente en marzo pasado durante una presentación junto a Infantino en la Casa Blanca.
“Les pregunté si iban a recoger el trofeo y me dijeron que no, que podía quedármelo. Me dijeron que harían uno nuevo para la final. Y así fue. Tengo el original en el Despacho Oval”, afirmó Trump con orgullo.
La FIFA no ha desmentido esta versión, lo que ha generado sorpresa y cuestionamientos sobre los protocolos oficiales de premiación y custodia de trofeos internacionales. Mientras tanto, el trofeo que levantó el Chelsea habría sido una réplica exacta creada para la ocasión.
Aunque el partido terminó con un contundente 3-0 a favor del club inglés, la anécdota con Trump ha robado parte del protagonismo de la victoria. El episodio ha generado memes, debates y risas, pero también críticas hacia la improvisación en eventos de esta magnitud.
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