Tres ciudadanos cubanos protagonizaron una dramática huida la mañana del martes 22 de julio, luego de escapar de una presunta “casa de seguridad” en Cancún donde permanecían retenidos contra su voluntad. Los migrantes, visiblemente deshidratados y en estado de shock, lograron llegar a pie a las instalaciones de la Guardia Nacional (GN) en la supermanzana 220, sobre la avenida Chac Mool, donde pidieron auxilio.
Según el testimonio preliminar de los afectados, lograron fugarse de un inmueble en el que se encontraban secuestrados. Al llegar a la base militar, fueron recibidos por efectivos de la GN, quienes activaron de inmediato los protocolos de atención, les ofrecieron agua y primeros auxilios, y procedieron a resguardarlos en las instalaciones por motivos de seguridad.
El incidente fue reportado al número de emergencias 911 y ha sido catalogado como un posible caso de privación ilegal de la libertad. Las autoridades federales, estatales y municipales ya se encuentran investigando el hecho, aunque hasta el momento no se ha podido localizar el inmueble señalado como el sitio de cautiverio ni identificar a los presuntos responsables del secuestro.
La Fiscalía General del Estado fue notificada y se espera que en las próximas horas los cubanos rindan declaración oficial para ampliar la información sobre su retención, las condiciones en las que se encontraban y las circunstancias de su escape. El caso también fue remitido al Instituto Nacional de Migración (INM), que se encargará de verificar la situación legal de los extranjeros en el país.
Las autoridades no descartan que este suceso esté relacionado con redes de tráfico de personas, dada la creciente incidencia de este tipo de delitos en la región del Caribe mexicano, punto clave en la ruta migratoria hacia los Estados Unidos. La falta de información sobre los captores y la ubicación exacta del lugar donde permanecían retenidos añade complejidad a la investigación.
Fuentes locales informaron que la Guardia Nacional montó un operativo de vigilancia en las inmediaciones de la base para garantizar la seguridad de los migrantes y prevenir cualquier posible represalia por parte de quienes los mantenían en cautiverio.
Este nuevo episodio pone en evidencia la vulnerabilidad de los migrantes, especialmente los de origen cubano, que atraviesan México en condiciones cada vez más riesgosas, expuestos a redes criminales que se aprovechan de su desesperación por alcanzar suelo estadounidense.
Mientras se aguarda más información oficial, los tres cubanos permanecen bajo custodia del INM, y las autoridades continúan con la búsqueda del inmueble utilizado como centro de retención, así como con la identificación de los responsables. La Fiscalía mantiene abierta una carpeta de investigación.