El cantante cubano Diván Sotelo Soto, conocido artísticamente como Diván, podría estar enfrentando un cambio importante en su vida sentimental. Algunas señales recientes apuntan a que su relación con Sailly Francisco Casas, su esposa y madre de sus dos hijos, Iren y Ale, estaría atravesando una etapa complicada.
Diván llegó a Miami a finales de febrero de 2025, dejando en La Habana a Sailly y los niños. Desde entonces, el silencio de la pareja en redes sociales ya había despertado curiosidad entre sus seguidores. Pero en los últimos días, un gesto digital ha desatado especulaciones: Sailly dejó de seguir al cantante en Instagram. Aunque Diván aún la sigue, ella solo conserva el seguimiento a cuentas de fans del artista, ignorando por completo su perfil oficial.
Otro detalle significativo ha sido la desaparición de todas las fotos que Diván había compartido junto a Sailly y sus hijos durante su vida en Cuba. Su cuenta parece haber sido limpiada de todo rastro vinculado a su antigua vida familiar en la isla.
Estas acciones llegan meses después de la participación del cantante en el pódcast Destino Tolk, donde fue interrogado sobre su exnovia, la actriz Paula Massola, con quien tuvo una relación mediática antes de que ella emigrara a Estados Unidos. Cuando le preguntaron si se habían reencontrado en Miami, Diván respondió escuetamente: “No, no. De verdad que no”, seguido de un silencio notorio. Aunque aseguró que su relación con Massola terminó en buenos términos, evitó profundizar en el tema y reafirmó que su prioridad era su familia, expresando su deseo de reunir a su esposa e hijos en EE.UU.:
“Soy una persona muy familiar, muy cercano a las personas que me quieren. Vamos a trabajar con base a que ella venga para acá”.
La relación entre Diván y Sailly comenzó en 2021 y, hasta hace poco, proyectaban una imagen de hogar sólido en redes sociales. Ella, modelo e influencer, había sido una figura constante en la vida pública del cantante.
Sin embargo, la combinación de distancia geográfica, falta de interacción en redes y estos recientes movimientos virtuales dan pie a pensar en una crisis, o incluso en una posible separación. Hasta ahora, ninguno de los dos ha emitido declaraciones oficiales al respecto.
En un entorno donde dejar de seguir a alguien en Instagram puede tener más impacto que un comunicado de prensa, sus seguidores se mantienen atentos. ¿Será una pausa, una estrategia o el final de una historia de amor que comenzó bajo los reflectores? El tiempo —o una nueva publicación— podría tener la respuesta.
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