Más de la mitad del contingente norcoreano enviado a apoyar a Rusia en la guerra contra Ucrania habría muerto o resultado herido, según un informe reciente del Ministerio de Defensa del Reino Unido. La revelación confirma la creciente implicación militar de Corea del Norte en el conflicto, en una alianza que va mucho más allá del apoyo diplomático.
De acuerdo con la inteligencia británica, Pyongyang habría enviado cerca de 11.000 soldados a territorio ruso, particularmente a la región de Kursk, donde se han producido intensos combates. Las bajas superarían las 6.000, lo que representa más del 50 % de ese contingente original, según las estimaciones.
El informe sugiere que las tropas norcoreanas han estado involucradas en operaciones de alto riesgo, incluyendo ataques de infantería a gran escala sin suficiente respaldo aéreo o blindado, lo que explicaría el elevado número de bajas. Estas acciones se han concentrado, por ahora, en suelo ruso, sin que se haya confirmado su entrada directa a territorio ucraniano reconocido internacionalmente.
Cualquier despliegue de soldados norcoreanos en Ucrania requeriría, según los británicos, una aprobación directa del presidente ruso, Vladímir Putin, y del líder norcoreano, Kim Jong-Un. Aun así, el creciente número de encuentros entre ambos mandatarios y la firma de acuerdos de cooperación militar hacen temer un mayor grado de coordinación ofensiva en el futuro cercano.
Las relaciones entre Moscú y Pyongyang se han fortalecido notablemente desde que comenzó la invasión rusa a Ucrania. En los últimos meses, los lazos estratégicos se han traducido en el envío de municiones, tecnología y ahora, según múltiples fuentes, efectivos militares norcoreanos. A principios de junio, Kim reafirmó su respaldo total a Putin, reiterando su compromiso con el tratado de defensa mutua entre ambas naciones.
La implicación de Corea del Norte ha encendido las alarmas en las capitales occidentales, donde se teme una profundización del intercambio de capacidades armamentísticas. Expertos advierten que Moscú podría ofrecer tecnología avanzada a Pyongyang a cambio del apoyo humano y logístico que tanto necesita en el frente de batalla, debilitado tras años de guerra y sanciones.
Hasta el momento, ni Rusia ni Corea del Norte han confirmado oficialmente el número de tropas enviadas ni las pérdidas sufridas. Sin embargo, el informe del Ministerio de Defensa británico refuerza la tesis de que la guerra en Ucrania se ha convertido en un escenario de cooperación militar activa entre ambos regímenes autoritarios.