El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decidió retirarse de manera anticipada de la cumbre del G7 celebrada en Canadá, en medio de la creciente tensión entre Israel e Irán y tras lanzar una advertencia urgente a través de redes sociales: “Todos deberían evacuar Teherán inmediatamente”.
La cumbre, que reunió a los líderes de las principales potencias occidentales con el objetivo de abordar diversas crisis globales, se vio trastocada por la intensificación del conflicto en Oriente Medio. La reciente campaña de bombardeos lanzada por Israel sobre territorio iraní ha desatado temores de una confrontación regional mayor.
Trump, que en la reunión insistió en que Irán debe frenar su programa nuclear “antes de que sea demasiado tarde”, acusó a Teherán de no aprovechar los 60 días que —según él— tuvieron para alcanzar un acuerdo diplomático. “Tienen que hacer un trato”, advirtió. Sin embargo, se mostró evasivo cuando se le preguntó si Estados Unidos está considerando una intervención militar directa.
Horas después, el mandatario sorprendió a sus homólogos al anunciar en su red Truth Social que todos los ciudadanos deberían evacuar la capital iraní “de inmediato”. Poco después de esa publicación, la Casa Blanca confirmó que Trump cancelaría las reuniones programadas para el martes, incluidas las que tratarían la guerra en Ucrania y el comercio global.
“Se logró mucho, pero debido a lo que está sucediendo en Oriente Medio, el presidente Trump se irá esta noche después de cenar con los jefes de Estado”, explicó su portavoz, Karoline Leavitt.
Durante una foto oficial con los demás líderes del G7, Trump se limitó a decir: “Tengo que volver, es muy importante”, sin ofrecer más detalles. Su decisión fue respaldada por el anfitrión de la cumbre, el primer ministro canadiense Mark Carney, quien afirmó: “Lo entiendo perfectamente”.
La salida de Trump aumenta la incertidumbre global, no solo por el conflicto entre Irán e Israel, sino también por las tensiones comerciales con Europa y Asia. Además, el presidente estadounidense reiteró su postura unilateral: “Poner a Estados Unidos primero significa muchas cosas grandiosas, incluyendo que Irán no puede tener un arma nuclear”, escribió también en Truth Social.
Líderes como el británico Keir Starmer, el francés Emmanuel Macron y el alemán Friedrich Merz sostuvieron reuniones informales para analizar el conflicto en Medio Oriente y buscar una vía de desescalada. Merz enfatizó que “a Irán no se le debe permitir tener material para armas nucleares”.
Trump, por su parte, pareció desinteresado en construir consensos, criticó la exclusión de Rusia del G7 y se mostró abierto a incluir a China en el grupo. Su sorpresiva salida dejó en suspenso varios encuentros bilaterales importantes, incluidos los previstos con los presidentes de Ucrania y México.
La cumbre, marcada por tensiones diplomáticas, ha evidenciado las profundas diferencias entre Estados Unidos y sus aliados sobre cómo abordar las amenazas globales más urgentes.
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