Un fallo reciente de un juez de inmigración en Tampa podría cambiar el rumbo de muchos cubanos en Estados Unidos que fueron liberados con el formulario I-220A. El juez determinó que un migrante cubano con dicho estatus puede acogerse a la Ley de Ajuste Cubano y solicitar la residencia permanente, argumentando que debió haber recibido un "parole" al momento de su liberación.
Este pronunciamiento judicial no es vinculante para otros casos, pero marca un precedente significativo en la interpretación legal del estatus migratorio de los cubanos con I-220A.
La abogada de inmigración Lissette Tocado, quien estuvo presente en la audiencia, indicó que el juez ordenó el cierre del proceso de deportación, permitiendo que el solicitante inicie directamente el trámite de ajuste de estatus ante el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS).
Según Tocado, el tribunal se basó en casos previos como Matter of Q. Li, el cual sostiene que un individuo puede ser considerado "paroleado" aunque no tenga una constancia escrita formal del DHS.
“Este reconocimiento judicial tiene un enorme peso para muchos cubanos en situaciones similares, ya que interpreta de forma favorable la normativa migratoria en beneficio de la comunidad exiliada”, enfatizó.
La Ley de Ajuste Cubano, vigente desde 1966, otorga un camino legal hacia la residencia a los cubanos que hayan estado físicamente presentes en el país durante al menos un año y un día y que hayan sido admitidos o liberados bajo parole.
Aunque el caso Matter of Q. Li no involucra directamente a ciudadanos cubanos, sí sienta una base legal sólida para considerar que cualquier liberación bajo I-220A, si se interpreta como un parole de facto, habilita la posibilidad de ajustar el estatus migratorio.
“La única vía legal para liberar a un migrante que ha ingresado sin autorización bajo la Sección 235 es mediante un parole conforme a la Sección 212(d)(5)(A)”, recordó la abogada, haciendo énfasis en que esta interpretación abre nuevas posibilidades para quienes se encuentran en un limbo jurídico.
Aunque este fallo no crea jurisprudencia obligatoria a nivel nacional, se convierte en una herramienta legal poderosa para otros abogados y solicitantes en situaciones similares. En un contexto donde miles de cubanos esperan regularizar su situación, la decisión de Tampa representa una esperanza concreta y una interpretación más humana de la ley migratoria.
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