Más de 5.000 niños, junto con un número no especificado de pacientes oncológicos, se encuentran sin el suministro de leche fluida en Matanzas, una responsabilidad que el gobierno cubano no ha podido cumplir, según informó el medio oficialista Periódico Girón. La falta de distribución de este producto básico ha afectado principalmente a menores de entre 1 y 6 años, exacerbando la situación de inseguridad alimentaria en la provincia.
El déficit en la distribución de leche fue reconocido en una reunión entre los dirigentes del Partido Comunista de Matanzas y los ganaderos de la región. Durante el encuentro, los productores denunciaron la escasez de insumos esenciales para la industria, como el combustible y la electricidad, indispensables para la producción de leche y carne vacuna. Además, señalaron el hurto y sacrificio de ganado vacuno como un fenómeno “devastador e inquietante” que ha mermado gravemente la producción.
En la misma reunión, los dirigentes abordaron las dificultades del mal manejo de la masa ganadera y la reticencia de los productores privados a aplicar técnicas como la inseminación artificial, una medida que podría mejorar los índices de producción. Asimismo, discutieron los esfuerzos para recuperar áreas cultivables mediante la reintroducción de variedades de pastos y forrajes, y la incorporación de plantas proteicas como la titonia y la morera.
La crisis de la leche en Matanzas es particularmente grave, con una demanda estimada de unos 38.000 litros diarios para cubrir las necesidades de la provincia. Sin embargo, las limitaciones en la producción y distribución han incrementado la inseguridad alimentaria, dejando a miles de niños sin un recurso vital. Reynaldo Ramírez Martínez, director comercial de la empresa Productos Lácteos de Matanzas, explicó que los ajustes en la distribución están afectando directamente a los menores, quienes reciben cantidades de leche reducidas, lo que ha generado una grave preocupación por la nutrición infantil en la región.
La magnitud de la escasez es alarmante, con un déficit estimado de unos 6.000 litros diarios solo en Matanzas. Las familias han tenido que enfrentar largas esperas para recibir la leche, lo que ha incrementado la tensión por la seguridad alimentaria. La situación sigue siendo crítica, con un futuro incierto para los afectados.
A principios de este año, el padre Leonel Rufín Alfonso denunció públicamente la indiferencia del gobierno hacia la nutrición infantil en Cuba, al evidenciar el desabastecimiento de leche en la isla. En un comentario en el grupo “Ciudad de Matanzas en Fotos”, el sacerdote explicó que, en enero, los niños menores de seis meses solo recibieron cuatro de las seis bolsas de leche en polvo que les correspondían, y a partir de febrero, el régimen dejó de reponer las bolsas faltantes.
Desde finales de 2023, el gobierno cubano impuso restricciones en la entrega de leche en polvo para niños menores de seis meses, limitando este beneficio solo a los menores de hasta dos años. Además, el producto ya no se distribuye en paquetes sellados, sino a granel, lo que aumenta el riesgo de irregularidades en el peso y posibles adulteraciones.
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