Un día de playa casi termina en tragedia en Fort Lauderdale cuando una niña, su padre y un hombre que intentó socorrerlos fueron arrastrados por una peligrosa corriente en las aguas frente al hotel B Ocean. El suceso ocurrió cerca de las 7:20 de la tarde de este domingo, justo cuando los salvavidas de Ocean Rescue finalizaban su turno.
La menor, que se encontraba acompañada por varios miembros de su familia, comenzó a mostrar señales de ahogo mientras nadaba. Su padre no dudó en lanzarse al mar para rescatarla. En medio del caos, un hombre —identificado por testigos como un buen samaritano— también entró al agua para brindar ayuda, pero fue rápidamente superado por la fuerza del oleaje. Afortunadamente, este último logró salir por sus propios medios.
"Los rescatistas, que aún estaban en la zona guardando su equipo, escucharon la llamada de emergencia al 911 y respondieron con rapidez. La niña fue extraída con vida, pero su padre desapareció bajo el agua y fue localizado minutos después, en estado crítico. Fue necesaria la reanimación cardiopulmonar en la misma orilla," indicó un portavoz de Fort Lauderdale Fire Rescue.
Los tres involucrados fueron trasladados de urgencia al Broward Health Medical Center. Aunque no se han ofrecido detalles específicos sobre su condición, fuentes como WSVN señalaron que uno de los adultos —presuntamente el padre— fue ingresado con lesiones potencialmente mortales. Las autoridades aún no han divulgado sus identidades.
Este incidente pone en evidencia los peligros persistentes de nadar en playas sin vigilancia activa. De hecho, el suceso ocurrió apenas un día después de que otro menor fuera hospitalizado tras casi ahogarse en una zona residencial de Fort Lauderdale. En ese caso, transeúntes lograron mantenerlo con vida mediante maniobras de reanimación hasta la llegada de los paramédicos.
"La tragedia fue evitada por muy poco, gracias a la pronta acción de los rescatistas y la valentía de quienes se lanzaron al agua," comentó un testigo del hecho. Las autoridades reiteran el llamado a no ingresar al mar cuando no hay salvavidas presentes ni cuando haya un desconocimiento de la zona donde se impongan las corrientes de resaca.
El caso sigue bajo investigación y se espera una actualización sobre el estado de salud de los afectados.