Un grupo de buzos cubanos está dispuesto a recuperar barreras coralinas en la costa norte de Cuba, informa un reportaje de Reuters que se acerca a la iniciativa.
Con más ganas que presupuesto, un puñado de instructores de buceo en la mayor de las Antillas se han vuelto agricultores pero en las profundidades del mar, ellos comenzaron a “cultivar corales y replantarlos”, con el propósito final de “restaurar una parte de la barrera de arrecifes en la isla caribeña”.
El trabajo no es fácil, los instructores de buceo, con un grupo de niños y personas de la localidad recogen los restos flotantes de corales que llegan a la playa y de allí comienza la ingeniosa idea para la que trabajan con un presupuesto reducido.
Luis Muiño, uno de los líderes de la iniciativa contó a Reuters que creció como pescador y ha vivido el deterioro lento de “sus amados arrecifes fuera de la desembocadura de la Bahía de Matanzas, en la costa norte de Cuba”.
El medio publicó declaraciones del cubano quien explicó: “es increíble la pérdida de corales en los últimos 30 años…Nuestro sueño es repoblar nuevamente las partes de la barrera de coral que han perdido sus corales”.
Muiño reveló el proceso que sigue junto a “instructores de buceo y niños de las escuelas del barrio”, primero “comenzó a recolectar fragmentos de corales esparcidos por el fondo del mar después de grandes tormentas que azotaron a la isla”.
El equipo es dado a la improvisación, porque en Cuba no hay prácticamente recursos para crear, pero según Muiño han recibido apoyo del Acuario Nacional de Cuba, un programa ambiental local de restauración llamado Ecovalor y lo otro lo han aprendido por Internet.
Tras documentarse, encontraron la forma de hacer crecer los corales: “el equipo comenzó a colgar fragmentos de corales recolectados en las ramas de "árboles" submarinos hechos de plásticos desechables que incluyen tuberías viejas.
Según Muiño “los trozos de coral rescatados de la playa y sostenidos por un hilo de pescar, crecen rápidamente…Y luego son ‘replantados’ en el arrecife, donde se fijan con tornillos en las rocas”.
Hasta ahora han descubrieron que en un lapso de un año “la mayoría sobrevive y crece lo suficiente como para repoblar un trozo de la barrera del arrecife de entre 60 y 80 metros de largo”.
Para Michel Soto, de 47 años, y miembro del equipo: “Es un proyecto que lleva tiempo…El proyecto superó las expectativas a pesar de las limitaciones de financiamiento y herramientas propias en Cuba…Todo es difícil pero seguimos adelante (...), y estamos progresando”, dijo a Reuters.
Ese medio recuerda que “como muchos arrecifes de coral a nivel mundial, los de Cuba están amenazados por los cambios de la temperatura del agua, las especies invasoras, la contaminación y la sobrepesca”
El Organismo Nacional Oceánico y la Administración Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés), ha señalado que el mundo ha perdido ya del 30 al 50 por ciento de sus arrecifes de coral.
Según la Agencia de Protección Ambiental estadounidense los arrecifes de coral son uno de los ecosistemas más valiosos y biológicamente diversos de la Tierra.
“Se calcula que el 25 por ciento de toda la vida marina, que incluye más de 4,000 especies de peces, depende de los arrecifes de coral en algún punto de su ciclo de vida. Aproximadamente, 500 millones de personas de todo el mundo dependen de los ecosistemas de los arrecifes de coral para obtener alimentos, protección costera e ingresos del turismo y la pesca”, advierten.
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