Un hecho insólito y casi surrealista tuvo lugar en el poblado de Uñas, en el municipio de Gibara, provincia de Holguín, donde un hombre fue sorprendido infraganti tras robar y sacrificar un caballo, quedándose dormido encima del animal. El curioso incidente ha sido difundido por el perfil oficialista Cazador Cazado, conocido por su cercanía con las fuerzas del orden y por divulgar crónicas policiales desde el oriente cubano.
El protagonista del caso, identificado como Norge Rodríguez y conocido popularmente como “Norgitín”, es señalado como un matarife con años de experiencia en estas prácticas ilegales. Sin embargo, esta vez su habilidad fue superada por su afición al alcohol. De acuerdo con la publicación en redes sociales, tras robar un caballo alazán de un vecino del poblado, Norgitín lo llevó hasta la casa de su madre, donde procedió a sacrificarlo. Pero tras una fuerte “curda” —como se le llama coloquialmente a una borrachera— el hombre se quedó profundamente dormido justo encima del cuerpo del animal que acababa de ultimar.
Cuando las autoridades llegaron para detenerlo, lo encontraron en esa inverosímil escena: dormido sobre el cadáver del caballo, con herramientas de sacrificio aún cerca. El momento del arresto, según la narración del perfil Cazador Cazado, debió ser tan desconcertante como bochornoso para el implicado. “Tremendo susto tiene que haber pasado el bello durmiente cuando se le pasó la curda y se vio cazado”, ironizó la publicación.
Este caso ha generado asombro e incluso burlas entre los internautas, no solo por lo grotesco del acto, sino por lo insólito del desenlace. En un país donde el sacrificio ilegal de ganado y caballos sigue siendo un delito grave, esta historia resalta por lo inusual y casi tragicómico. Si bien el robo y faena clandestina de animales es lamentablemente frecuente en muchas zonas rurales de Cuba, raras veces los implicados son sorprendidos en un estado de vulnerabilidad tan evidente.
Aunque no se han ofrecido detalles sobre las sanciones que enfrentará el detenido, es previsible que las autoridades apliquen los cargos correspondientes tanto por el robo como por el sacrificio ilegal, agravado por haberlo hecho en zona urbana y con total desprecio por la legalidad.
El incidente, entre la crónica roja y el absurdo, pone de relieve la desesperación y el deterioro social en muchas regiones del país, donde el hurto de animales se ha vuelto una práctica cada vez más común para sobrevivir, aunque en este caso, el exceso de ron arruinó el plan.
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