El rápido y valiente operativo de rescate permitió que una persona arrastrada por las violentas aguas del Malecón habanero fuera finalmente salvada. Minutos después de que la corriente se llevara al afectado frente a la intersección de la calle G, bomberos, rescatistas y personal de Tropas Guardafronteras se movilizaron para lograr el rescate, demostrando coordinación y rapidez en medio de la peligrosa situación.
Testigos narran momentos de tensión extrema: la víctima quedó a varios metros del muro, luchando contra el oleaje, mientras los equipos de rescate llegaban con lanchas rápidas y flotadores para acercarse.
“Fue impresionante ver cómo los jóvenes rescatistas nadaban hasta él, lo sujetaban y lo guiaban hasta la lancha, todo mientras las olas seguían golpeando con fuerza”, relató un vecino que grabó parte del operativo.
Afortunadamente, la persona pudo ser retirada del mar con vida y fue atendida por el personal médico del SIUM que se encontraba en el lugar, siendo trasladada posteriormente a un centro sanitario para evaluación.
El incidente ocurrió en pleno corazón de La Habana, un lugar que, aunque icónico y concurrido, se ha convertido en escenario de accidentes por el fuerte oleaje, especialmente durante frentes fríos o marejadas.
Inicialmente hubo dudas sobre si la víctima era un niño o un adulto, hasta que se confirmó era un adulto, el cual logró sobrevivir gracias a la pronta respuesta y al coraje de quienes intervinieron.
Vecinos y usuarios de redes sociales coincidieron en que la falta de señalización y medidas de prevención en esta zona es preocupante. Algunos señalaron que no existen salvavidas ni cuerdas de seguridad, y que la imprudencia combinada con la fuerza del mar puede convertir un paseo junto al Malecón en tragedia.
Casos anteriores, como el del adolescente Carlos Javier Sánchez, arrastrado por el mar en marzo de este año, recuerdan la necesidad de reforzar la seguridad en estas áreas.
El Malecón habanero, símbolo de encuentro, disfrute y también de peligro, volvió a ser escenario de una historia que terminó bien gracias a la valentía de los rescatistas y al trabajo coordinado entre bomberos, guardafronteras y personal médico. Este incidente refuerza la importancia de extremar precauciones, respetar las advertencias y considerar medidas adicionales que protejan a quienes disfrutan del litoral.
Aunque la tragedia fue evitada esta vez, la ciudad y sus habitantes quedan con la lección clara: el mar habanero puede ser hermoso y letal a la vez, y cada rescate exitoso es un recordatorio de la vida que se salva gracias a la rapidez y el heroísmo de quienes arriesgan la suya por los demás.
Del perfil de Yosmany Mayeta
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