La Cárcel del Condado Cook de Chicago tenía una población de aproximadamente 10,000 detenidos y a menudo se la citó por hacinamiento.
Ahora ese número se ha reducido a alrededor de 4,200, un mínimo histórico, según la Oficina del Sheriff del Condado de Cook. Una razón importante es la pandemia de coronavirus en curso.
Años de reforma, que incluyen cambios en los requisitos de fianza, reducen la población inicial de la cárcel a casi la mitad.
Luego, solo en el último mes, otros 1.300 reclusos fueron liberados cuando las oficinas del Sheriff del Condado de Cook, el Defensor Público y el Fiscal del Estado se centraron en liberar a los que esperaban juicio y los delincuentes no violentos de bajo nivel.
"En los casos en los que estamos de acuerdo, hemos acudido a los tribunales juntos y hemos pedido una liberación. En los casos en los que no estamos de acuerdo, vamos ante un juez y presentamos nuestra evidencia ante los tribunales", dijo la Fiscal del Estado del Condado de Cook, Kim Foxx. "Hemos podido reducir la población carcelaria en el transcurso de cuatro semanas en casi un 25 por ciento".
Es una de las muchas tácticas que la cárcel de un solo sitio más grande en los EE.UU. se ha visto obligada a explorar a medida que el control de la población se hizo cada vez más significativo en medio de la pandemia en curso.
"Queremos asegurarnos de que estamos creando condiciones en las que las personas que no necesitan estar allí no estén allí y las personas que están allí tengan condiciones óptimas para su salud y seguridad", dijo Foxx.
La pandemia de coronavirus ha sido dura en las cárceles de todo el país, pero especialmente en el condado de Cook. Sus casos confirmados de coronavirus crecieron de unos pocos a fines de marzo a un número de cientos a principios de abril. En un momento fue la mayor fuente conocida de infecciones por coronavirus en el país.
En un comunicado, Cook County Health escribió a CNN: "Controlar la propagación en una cárcel u otra instalación residencial plantea desafíos únicos".
La declaración continuó: "Muchos de nuestros pacientes llegan a la cárcel con afecciones preexistentes. Muchos tienen múltiples afecciones. Y muchos de ellos tienen más de 60 años".
Mientras más de 150 detenidos se están recuperando después de diagnósticos positivos anteriores, al menos tres detenidos han muerto después de dar positivo por Covid-19. La pandemia ha significado reevaluar las prácticas de salud como parte de un proceso que, según la Oficina del Sheriff, comenzó en enero.
"Cientos de galones de cloro y desinfectante se distribuyen por toda la cárcel semanalmente, así como máscaras y otros equipos de protección", escribió la Oficina del Sheriff del Condado de Cook a CNN en un comunicado. "Hemos unicionado de manera proactiva a la mayoría de la población de la cárcel y maximizado el distanciamiento social en la medida de lo posible en un centro correccional, incluida la preparación y apertura de áreas de detención previamente cerradas".
Una reciente orden judicial federal también requería que la Oficina del Sheriff proporcionara máscaras a todos los detenidos en cuarentena, a partir del 12 de abril.
"Ahora, para las personas que no están infectadas, ¿cómo nos aseguramos de seguir manteniendo eso?" preguntó el sheriff Tom Dart en una entrevista previa con CNN. "Chico, eso es complicado".
Entre sus soluciones, crear un campo de entrenamiento de cuarentena en un sitio separado donde los que están infectados, o se sospecha que están, están separados de la población general de la cárcel.
La población de Chicago es solo 30% negra, pero los negros representan el 75% de la población carcelaria y el 60% de todas las muertes por coronavirus en la ciudad, mientras que la población de Chicago es 30% negra, los negros de Chicago representan el 75% de la población carcelaria y el 60% de todas las muertes por coronavirus en la ciudad.
El brote en la cárcel se suma a una realidad alarmante de rápido crecimiento.
"Estas son exactamente las mismas poblaciones que han sido las más afectadas por la violencia armada y la guerra contra las drogas y que constituyen la población abrumadora de las personas que utilizan nuestro sistema de justicia penal", dijo Foxx.
"Las cosas que estamos viendo aparecen en la crisis de salud que estamos viendo son exactamente las mismas condiciones".
Es parte de por qué el Departamento de Salud Pública de Chicago estableció una orden para mejorar el intercambio de datos entre los hospitales de la ciudad para incluir datos demográficos, en un intento por comprender mejor el verdadero alcance de la devastación en curso de la pandemia.
"No podemos separar el sistema de justicia penal de los problemas que llevan a las personas a involucrarse, ya sean disparidades en la atención médica, disparidades educativas, pobreza o desinversión económica", dijo Foxx.
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