Una joven cubana de 20 años, identificada como Esther María Torres, fue sentenciada a cinco años de libertad condicional luego de declararse culpable de haber perpetrado varios robos a turistas en hoteles de lujo en Miami Beach, utilizando gas pimienta como arma para cometer los asaltos.
Torres, residente en el vecindario de Overtown, en el condado de Miami-Dade, fue arrestada en mayo pasado tras ser identificada en imágenes de cámaras de vigilancia saliendo de los hoteles Breakwater y Fontainebleau, justo después de los incidentes. La policía la había buscado durante semanas como sospechosa de una serie de robos con violencia cometidos contra turistas extranjeros.
Según los informes del caso, el primer ataque ocurrió el 26 de marzo en el hotel Breakwater, donde un turista fue sorprendido por la agresora, quien le roció gas pimienta en los ojos y le sustrajo un reloj Hugo Boss, así como su billetera con más de 200 dólares en efectivo, euros y varias tarjetas de crédito.
Cuatro días después, en el reconocido hotel Fontainebleau, Torres repitió su modus operandi con otra víctima, a la que también roció con gas pimienta dentro de una habitación a la que había ingresado previamente con el turista. En ese caso, logró apoderarse de un Rolex Submariner valorado en 22,000 dólares.
Las autoridades señalaron que este tipo de robos ha aumentado en Miami Beach, especialmente en hoteles de alto perfil, donde algunas mujeres atraen a turistas con fines delictivos. En el caso de Torres, su patrón delictivo llamó la atención de los investigadores por la violencia empleada y por dirigirse a huéspedes con bienes de lujo.
La joven fue inicialmente acusada de dos cargos de robo en primer grado. Sin embargo, tras alcanzar un acuerdo con la fiscalía, se declaró culpable de robo a mano armada, allanamiento de morada y hurto mayor en tercer grado, lo que le permitió evitar la prisión.
La detención de Torres se produjo semanas después de los robos, cuando la policía detuvo al conductor de un automóvil vinculado a uno de los casos. Durante esa intervención, la joven se presentó en el lugar y fue identificada mediante su licencia de conducir. La policía confirmó su implicación gracias a un volante con su imagen, distribuido para su identificación.
El caso fue cerrado el miércoles pasado con la sentencia de cinco años de libertad condicional, bajo estrictas condiciones. Si incumple los términos, podría enfrentar una pena de cárcel. Las autoridades advirtieron que se mantendrán alertas ante este tipo de delitos, que afectan directamente la seguridad turística en la ciudad.
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