La actriz cubana Diana Rosa Suárez, una de las figuras más entrañables del arte dramático en Cuba, compartió recientemente un testimonio personal lleno de sinceridad, madurez y ternura.
En una corta pero reveladora entrevista, la artista repasó su historia amorosa marcada por tres matrimonios, dos divorcios y un enfoque de vida donde el cariño y el respeto siempre tuvieron la última palabra.
Su primer matrimonio fue en el año 1965, cuando aún era muy joven. La relación, aunque terminó con el tiempo, se transformó en una sólida amistad.
Tanto así, que Diana Rosa fue la madrina en la boda de su exesposo cuando él decidió volver a casarse. “Nos llevábamos bien incluso después del divorcio. Yo fui su madrina… imagínate tú”, relató con humor y naturalidad.
Años después llegó su segundo esposo, Manolo Gómez, con quien vivió una etapa distinta, más madura, pero igualmente profunda. Diana Rosa cuenta que la relación fue buena, aunque terminó cuando Manolo se enamoró de otra mujer.
Lejos de dramatismos, lo recuerda como un capítulo hermoso de su vida: “Nos quisimos tanto que el día del divorcio fuimos al hotel Capri a pasarnos el día juntos”, confesó entre sonrisas.
Una frase que, por sí sola, resume su manera de enfrentar las rupturas: sin rencores, con afecto y dignidad.
Pero la vida aún le tenía reservada otra historia.
Fue así como conoció a su tercer esposo, el inolvidable cantante Héctor Téllez, con quien compartió una etapa significativa. Aunque no dio demasiados detalles sobre esta última relación, su tono al mencionarla deja ver que se trató de una conexión importante en su recorrido personal y artístico.
Reconocida actriz cubana, ha vivido una vida tan intensa fuera del escenario como sobre él. Más allá de su amplia trayectoria artística, Diana Rosa ha sido ejemplo de afecto, madurez y sensatez en sus relaciones personales.
Héctor Téllez, fue una figura clave en su vida emocional y artística.
Su capacidad de amar sin rencores, y de cerrar ciclos con respeto y afecto, la han convertido en una mujer admirada no solo por su arte, sino por su manera de vivir.
Esta breve entrevista de Diana Rosa Suárez ha resonado entre sus seguidores por la naturalidad con la que habla del amor, de los finales y de las transformaciones que trae el tiempo.
Para muchos, representa una generación de artistas que supo vivir con autenticidad dentro y fuera del escenario.
Además de sus papeles memorables en telenovelas, obras teatrales y dramatizados de la televisión cubana, Diana Rosa ahora deja también una lección de vida: que se puede querer sin poseer, terminar sin odiar y recordar sin dolor.
Fuente: Breve entrevista por Carlos Collazo y publicada por Maripili del Pino en redes.
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