Esta semana, la justicia federal condenó a tres hombres por el intento de asesinato del reconocido diseñador de autos Alex Vega, ocurrido en 2019 frente a su residencia en Kendale Lakes, Miami.
Tras un juicio de tres semanas, un jurado declaró culpables a Rolando “Roly” Ramírez, Rasheed “Free” Ali y Tamrat “Shifta” Mason, marcando el cierre de un capítulo oscuro en la vida del empresario cubanoamericano.
Ramírez y Ali enfrentan cadena perpetua tras ser hallados responsables de planear y ejecutar el atentado contra Vega, mientras que Mason fue condenado por manipular testigos. Este veredicto representa la culminación de una historia de negocios rotos, amenazas veladas y una violencia que pudo haber sido fatal. “Les dije que les daría el mejor regalo: escuchar esos ‘culpables, culpables, culpables’ y saber todo lo que mi familia ha sufrido. No había mejor sensación en el mundo”, expresó Vega al salir del tribunal.
La raíz del conflicto se encuentra en una asociación empresarial que terminó en traición. En 2011, Vega vendió su taller Exclusive Motoring Worldwide a Ramírez tras desacuerdos financieros. Aunque el acuerdo se cerró con un pago judicial de $25,000, el resentimiento persistió. Según testimonios presentados, Ramírez llegó a amenazar directamente a Vega: “A su debido tiempo. Te voy a matar”.
El atentado finalmente se concretó el 27 de agosto de 2019, cuando un hombre enmascarado disparó contra Vega mientras este estaba en su vehículo. Milagrosamente, sobrevivió al ataque, que dejó siete impactos en su automóvil. Desde entonces, su vida cambió para siempre. “Cada vez que conduzco, necesito seguridad. [...] Cambia tu forma de vivir; hay que ser precavido”, declaró.
Durante el juicio, el testimonio de Vega fue clave. Aportó evidencia electrónica y detalló cómo las amenazas se convirtieron en acción. El jurado deliberó durante siete horas antes de emitir los veredictos de culpabilidad. La sentencia final será dictada el 19 de agosto de 2025, con la expectativa de cadena perpetua para los principales responsables.
“Esta experiencia ha sido increíblemente difícil y mi vida ha cambiado para siempre. Sin embargo, me alivia ver que se ha hecho justicia”, escribió Vega en sus redes. Su caso resuena como advertencia y llamado a la vigilancia personal, incluso dentro de los círculos más cercanos.