Por primera vez desde la Revolución de 1959, Cuba ha cedido tierras agrícolas a una empresa extranjera. En medio de una aguda crisis alimentaria y con una producción agrícola en caída libre, el gobierno cubano autorizó a la compañía vietnamita Agri VMA a cultivar arroz en terrenos estatales en la provincia de Pinar del Río, al suroeste del país.
El proyecto se desarrolla en la localidad de Los Palacios, donde campos abandonados durante años ahora vuelven a producir uno de los alimentos básicos de la dieta cubana. La iniciativa forma parte de un esfuerzo por revitalizar un sector golpeado por décadas de desinversión, escasez de insumos y desastres naturales.
Una crisis agrícola sin precedentes
La producción de arroz en Cuba se ha desplomado en los últimos años. En 2023, el país apenas logró cosechar 80.000 toneladas, solo un 11% del consumo nacional estimado. Hace seis años, la cifra era más del triple. Esta caída ha obligado al gobierno a gastar más de 300 millones de dólares anuales en importaciones, una carga insostenible para una economía al borde del colapso.
Ariel García Pérez, director general de la Empresa Agroindustrial de Granos Los Palacios, explicó que de las 23.000 hectáreas disponibles en su unidad productiva, solo unas 6.000 están actualmente en uso debido a la falta de tecnología, fertilizantes y semillas. “Hoy Cuba no cuenta con el paquete tecnológico necesario para cultivar arroz de manera eficiente”, afirmó.
La apuesta por la cooperación con Vietnam
El acuerdo con Agri VMA marca un cambio radical en la política agrícola cubana. Por primera vez, una empresa extranjera no solo colabora, sino que gestiona directamente la producción en tierras cedidas por el Estado. Agri VMA ha traído sus propias semillas híbridas, maquinaria, fertilizantes y técnicos, incluyendo seis expertos vietnamitas que trabajan en el terreno junto a 40 trabajadores cubanos contratados directamente por la empresa.
“Nuestro papel es prestar servicios técnicos: preparar la tierra, cosechar, secar y moler el arroz. Agri VMA se encarga de la inversión y la planificación productiva”, explicó García Pérez.
Resultados alentadores
La primera cosecha, aunque limitada, ha superado ampliamente las expectativas. En 44 hectáreas se obtuvieron 296 toneladas de arroz húmedo en cáscara, lo que equivale a 6,75 toneladas por hectárea, una cifra muy por encima del promedio nacional de apenas 1,7 toneladas. Para los técnicos vietnamitas, este resultado inicial es apenas un punto de partida.
“El potencial es aún mayor”, señaló el agrónomo Trán Trong Pai. “En Vietnam, los rendimientos superan las ocho toneladas por hectárea. Aquí todavía estamos ajustando nuestras prácticas al tipo de suelo cubano”.
Sustitución de importaciones y expansión futura
Aunque el arroz producido pertenece a Agri VMA, Cuba se compromete a comprarlo localmente, lo que reduce la necesidad de importaciones costosas y sortea los obstáculos logísticos provocados por el embargo estadounidense. Según el vicepresidente cubano Salvador Valdés Mesa, esta fórmula podría ahorrar millones al país en divisas y transporte.
La cesión de tierras a Agri VMA es inicialmente por tres años, pero ya se planea una expansión de 1.000 a 5.000 hectáreas en Los Palacios. Si el modelo funciona, podría extenderse a otras provincias como Granma, Camagüey y Sancti Spíritus.
“El objetivo es que este arroz se quede en Cuba, que sustituya importaciones y fortalezca nuestra seguridad alimentaria”, concluyó García Pérez.
Fuente: DW
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