El humorista y filántropo cubano Limay Blanco ha conmovido nuevamente a miles de personas al lanzar una campaña de ayuda para la niña víctima de maltrato en Ciego de Ávila, un caso que ha causado profunda indignación en toda Cuba.
A través de sus redes sociales, el artista compartió un video en el que pidió oraciones y apoyo económico para reunir donaciones “en el nombre de Jesús”, con la esperanza de que todo llegue directamente a manos de la menor.
“Ojalá que un día la niña vea este video. Ojalá que pueda tener en sus manos toda esta lista que hice aquí, porque se la vamos a comprar en el nombre de Jesús”, expresó emocionado mientras mostraba una hoja con los artículos que planea entregar. Entre los regalos figuran una tableta, siete muñecas, siete peluches, siete vestidos, siete pares de zapatos, una bicicleta, un televisor y otros productos esenciales.
Limay explicó que ya adquirió algunos artículos, como una mochila, y que organizará actividades para completar la lista si no recibe suficiente ayuda. “Esto no es política, soy cristiano. Mi corazón está en hacer algo por esa niña. Sé que hay muchos niños que sufren, pero hoy le tocó a ella”, aclaró el humorista, quien pidió que su iniciativa no sea usada con fines ideológicos.
El caso que inspiró su campaña ocurrió en el poblado de Ceballos, donde una mujer identificada como Elizabeth González Díaz fue grabada golpeando brutalmente a su hija mientras otro niño presenciaba la escena. Las imágenes, difundidas en redes sociales, muestran a la pequeña ensangrentada y atada en el patio, lo que generó una ola de repudio nacional. Poco después, la madre y su pareja fueron arrestados en Holguín.
La acción de Limay se suma a sus múltiples gestos de solidaridad en los últimos años. A principios de octubre pidió apoyo para niños hospitalizados con dengue, entre ellos su sobrino, y semanas antes ayudó a una madre con tres hijos que le pidió comida.
A través de su ministerio Cristo Cambia Vidas), Limay ha entregado decenas de viviendas a familias necesitadas y mantiene un compromiso permanente con los sectores más vulnerables de Cuba. “Ya yo voy para seis años haciendo esto y se siente bien hacer el bien. Ayúdame a ayudar”, ha dicho en reiteradas ocasiones, reafirmando que su fe y su empatía son la base de su trabajo humanitario.