La tensión en Washington llega a un punto crítico mientras el segundo cierre más largo del gobierno federal estadounidense continúa paralizando al país. Millones de ciudadanos sienten ya los efectos directos: trabajadores sin salario, familias sin asistencia alimentaria y aeropuertos con retrasos que afectan los viajes en plena temporada laboral.
El sindicato más grande de empleados federales ha pedido al Congreso aprobar de inmediato una ley que reactive la financiación del gobierno. “Es hora de poner fin a este cierre hoy. No medias tintas, y no juegos políticos”, declaró Everett Kelley, presidente de la Federación Americana de Empleados Gubernamentales.
Pero los demócratas y republicanos permanecen en posiciones opuestas. Los primeros insisten en vincular cualquier acuerdo presupuestario con medidas que reduzcan los crecientes costos del seguro médico bajo la Ley de Cuidado de Salud Asequible, mientras que los republicanos exigen reabrir el gobierno antes de discutir temas sanitarios.
El impacto humano crece día tras día. Más de 1,3 millones de militares activos podrían quedarse sin pago esta semana y 42 millones de estadounidenses corren el riesgo de perder los beneficios del programa de asistencia alimentaria (los conocidos "fustan").
Los fondos de emergencia se agotan y los estados no recibirán reembolsos si cubren los costos por su cuenta.
En el Congreso, las acusaciones cruzadas dominan el debate. El líder republicano del Senado, John Thune, acusó a los demócratas de “usar a los trabajadores como peones políticos”. Mientras tanto, el líder demócrata Chuck Schumer respondió que el gobierno “tiene el dinero para alimentar a las familias, pero elige no usarlo”.
La falta de diálogo entre ambos partidos amenaza con extender aún más una crisis que golpea a los más vulnerables. La ventana de inscripción para los seguros de salud se abre esta semana, pero muchos empleados de los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid siguen suspendidos, lo que complica la gestión del sistema.
Con el presidente Donald Trump de gira en Asia y el Congreso estancado, un acuerdo inmediato parece lejano. La senadora Lisa Murkowski lo resumió con franqueza:
“En esta pelea política, los que están perdiendo son los estadounidenses”.
El país entero espera que, antes de que se sientan más los efectos, la política deje paso al sentido común.
Pero ¿qué es el cierre del gobierno en EEUU?
El cierre del gobierno en Estados Unidos ocurre cuando el Congreso no aprueba a tiempo el presupuesto federal o una ley de gastos temporales. Sin fondos autorizados, muchas agencias y programas gubernamentales deben suspender sus operaciones. Solo los servicios esenciales —como seguridad nacional, control aéreo y hospitales— continúan funcionando.
Los empleados públicos pueden ser enviados a casa sin sueldo o trabajar sin cobrar hasta que se apruebe el presupuesto. Estos cierres generan retrasos, pérdidas económicas y tensión política, especialmente cuando los partidos no logran acuerdos sobre prioridades de gasto o políticas incluidas en las leyes de financiación.