Las provincias del oriente de Cuba enfrentan horas críticas ante la inminente llegada de un poderoso huracán. Según informó el periodista Javier Díaz, desde esta tarde se espera un deterioro progresivo de las condiciones climáticas, con lluvias intensas, vientos fuertes y posibles inundaciones en zonas bajas y costeras.
El ciclón se aproxima con rapidez y se estima que el centro tocará tierra durante la madrugada del miércoles, lo que dejará pocas horas para que la población complete sus preparativos de emergencia. Autoridades locales y equipos de defensa civil han intensificado las alertas y los llamados a la evacuación en comunidades vulnerables, aunque muchos residentes enfrentan dificultades debido a la infraestructura deteriorada y la escasez de recursos básicos.
Javier Díaz señaló que la situación es especialmente crítica en provincias como Santiago de Cuba, Holguín y Granma, donde los sistemas de drenaje y las viviendas frágiles podrían colapsar ante la intensidad del fenómeno.
La alerta roja se mantiene activa, y se recomienda a la población permanecer en refugios seguros y seguir estrictamente las indicaciones de las autoridades.
Este escenario se suma a la crisis humanitaria que atraviesa el país, donde la escasez de alimentos, medicinas y electricidad agrava los efectos de cualquier desastre natural.
Los cubanos se preparan no solo para enfrentar vientos y lluvias extremas, sino también para lidiar con la desesperanza y la precariedad que caracteriza la vida cotidiana en muchas zonas del oriente del país.
El periodista enfatizó la urgencia de actuar de inmediato: “Se acaba el tiempo para las provincias del oriente de Cuba”, escribió Díaz, advirtiendo que cada minuto cuenta para reducir riesgos y salvar vidas.
Mientras el huracán se aproxima, la población espera con preocupación, consciente de que las próximas horas serán decisivas para su seguridad y la de sus familias.
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