En una decisión que ha generado gran incertidumbre entre los cubanos dentro y fuera de la Isla, las agencias Cubamax y Cuballama han suspendido temporalmente el envío de remesas a Cuba. La medida, anunciada en las últimas horas, ha tomado por sorpresa a miles de usuarios que dependen de estas plataformas para mantener el vínculo económico con sus seres queridos en el país caribeño.
Cubamax y Cuballama, dos de las empresas más populares entre la diáspora cubana —especialmente en Estados Unidos— ofrecen, además de envío de dinero, servicios de recargas telefónicas, pasajes aéreos y paquetería. Su decisión de interrumpir el flujo de remesas tiene un impacto directo en la vida cotidiana de cientos de miles de familias cubanas que dependen en gran medida de la ayuda económica proveniente del exterior.
Las remesas han sido por años una fuente vital de ingreso para la economía doméstica cubana. Representan no solo apoyo financiero individual, sino también una vía para amortiguar los efectos de la crisis económica que atraviesa el país. En un contexto marcado por la escasez de productos básicos, la inflación descontrolada y la devaluación del peso cubano, el dinero enviado por familiares en el exterior ha servido como salvavidas para muchas personas.
La suspensión de este servicio genera preguntas clave y algunos analistas señalan que podrían existir obstáculos relacionados con regulaciones financieras, cambios en la política de sanciones hacia Cuba o nuevas restricciones impuestas por bancos intermediarios.
Otros apuntan a posibles presiones legales derivadas del uso de empresas estatales cubanas como intermediarias en el proceso de recepción de divisas, lo cual ha sido objeto de medidas por parte del gobierno estadounidense en el pasado.
Para las familias cubanas, más allá de las razones técnicas o políticas, esta suspensión representa una amenaza directa a su estabilidad económica. Los alimentos, productos de higiene, medicinas y otros artículos esenciales que muchos solo pueden adquirir gracias a las remesas, ahora se ven aún más fuera de su alcance.
No es la primera vez que el envío de remesas se ve afectado por factores políticos o económicos.
Además, la medida podría fomentar aún más el mercado informal, con personas buscando vías alternativas, muchas veces menos seguras y más costosas, para hacer llegar dinero a sus seres queridos. Esto podría abrir la puerta a estafas, cobros excesivos o transacciones riesgosas fuera del marco legal.
Del perfil de la Tijera