La Comisión Europea anunció una propuesta para aumentar significativamente la tarifa del Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes (ETIAS), que se aplicará a viajeros exentos de visa que deseen ingresar al espacio Schengen. La tarifa actual de 7 euros (unos 8 dólares) subiría a 20 euros (aproximadamente 23 dólares), casi el triple del valor actual.
El nuevo monto entraría en vigor a finales de 2026, cuando se implemente oficialmente el sistema ETIAS, una herramienta electrónica que busca reforzar la seguridad en las fronteras europeas y agilizar los controles migratorios.
El ETIAS será obligatorio para ciudadanos de 59 países que actualmente no necesitan visa para estancias cortas en Europa, como Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia, Japón, Corea del Sur y varios países de América Latina. Estos viajeros podrán permanecer hasta 90 días en un período de 180 días.
Estarán exentos de pagar la tarifa los menores de 18 años, mayores de 70 y familiares directos de ciudadanos de la Unión Europea.
La Comisión Europea justificó el incremento por varias razones:
La inflación acumulada en los últimos años.
El alto costo operativo y tecnológico del sistema ETIAS y del Sistema de Entrada y Salida (EES), que se implementará en paralelo en 2025 y recogerá datos biométricos como huellas dactilares y reconocimiento facial.
La necesidad de equiparar la tarifa con otros sistemas similares, como el ESTA de Estados Unidos (21 dólares) y el ETA del Reino Unido (aproximadamente 22 dólares).
Aunque el aumento fue anunciado el 17 de julio de 2025, la propuesta aún deberá ser revisada por el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea en un período de dos meses. No obstante, la Comisión señaló que existe amplio respaldo para su aprobación.
Una vez implementado, los viajeros deberán completar una solicitud en línea, pagar la tarifa y esperar la aprobación digital, que en la mayoría de los casos llegará en minutos. No obstante, algunas solicitudes podrán demorar hasta 30 días si requieren revisiones adicionales.
El aumento podría afectar a millones de viajeros, especialmente a quienes viajan en grupo o con frecuencia, aunque no afectará a quienes necesitan una visa Schengen tradicional, cuyo proceso se mantiene sin cambios.