El mandatario cubano Miguel Díaz-Canel reconoció la severa crisis económica que atraviesa el país y aseguró que el gobierno opera “prácticamente al día” con recursos financieros “muy limitados”. Estas declaraciones fueron realizadas durante el cierre del pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC), donde también llamó a una movilización contra Estados Unidos.
Díaz-Canel calificó el 2024 como un año “muy duro” y admitió que el gobierno enfrenta una situación de emergencia marcada por la escasez de alimentos, medicamentos y combustible, además de los apagones prolongados que afectan a la población. Según el mandatario, el país debe priorizar el uso de sus escasas divisas en áreas esenciales mientras intenta reducir su déficit fiscal y el endeudamiento externo.
“Estamos viviendo momentos muy complejos, pero no insuperables”, afirmó Díaz-Canel, quien señaló tres factores para mantener el optimismo: el aumento de la producción agrícola, el fortalecimiento del sistema energético mediante energía solar, y la mejora en las proyecciones del déficit fiscal.
El presidente también reconoció problemas críticos en servicios básicos como el suministro de agua, la recogida de basura y el mantenimiento de infraestructuras, y subrayó la necesidad de proteger las conquistas sociales de la Revolución, como la educación y la sanidad universales, que han sufrido los efectos de la crisis.
En su discurso, Díaz-Canel volvió a responsabilizar a las sanciones de Estados Unidos de la difícil situación económica de la isla. También destacó que el triunfo del expresidente Donald Trump en las elecciones estadounidenses de noviembre no tomó por sorpresa al gobierno cubano, anticipando un escenario de mayor hostilidad hacia Cuba.
Frente a este panorama, el líder cubano convocó a una marcha el próximo 20 de diciembre, que culminará frente a la embajada de EE.UU. en La Habana. Según Díaz-Canel, esta movilización expresará la “firme condena” del pueblo cubano al embargo económico y a la inclusión de Cuba en la lista estadounidense de países patrocinadores del terrorismo.
Pese a la grave situación interna, el presidente llamó a los miembros del PCC a redoblar los esfuerzos contra la corrupción y a mantener la unidad dentro del partido para enfrentar los desafíos actuales. Citando a su antecesor Raúl Castro, Díaz-Canel insistió en que no habrá concesiones hacia EE.UU. ni desviaciones del rumbo socialista.
Con esta convocatoria, el gobierno busca reforzar su narrativa de resistencia frente a las sanciones externas, mientras la población enfrenta las crecientes dificultades del día a día.
(Con información de EFE)
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