Residentes de Hialeah expresan su preocupación y frustración ante la proliferación de vertederos ilegales de basura en la ciudad. A través de redes sociales, vecinos como Nelson García denuncian la situación, describiéndola como “repugnante e inaceptable, porque la gente llega, deja su basura y se va sin que haya consecuencias”.
La acumulación de desechos se ha convertido en un problema que afecta la imagen de la ciudad y la salud pública, especialmente en zonas donde la basura fomenta la proliferación de mosquitos transmisores de enfermedades como el dengue.
El área más afectada se ubica cerca de la intersección de Northwest 107th Avenue y West 108th Street, en el límite de Hialeah y Hialeah Gardens. Esta zona industrial, rodeada de almacenes y árboles densos, se vuelve oscura y aislada por la noche, convirtiéndose en un lugar ideal para quienes buscan deshacerse de residuos sin ser detectados.
Los vecinos denuncian que, pese a la existencia de carteles que advierten sobre sanciones por tirar basura, la autoridad municipal no logra hacer cumplir efectivamente estas normas.
Las autoridades locales reconocen el problema y han implementado medidas como mayor patrullaje y operaciones de limpieza. Sin embargo, admiten que los recursos disponibles no permiten un monitoreo constante de todas las áreas afectadas.
El Departamento de Policía de Hialeah colabora con la Unidad de Delitos Ambientales de la Oficina del Sheriff de Miami-Dade, y aunque se han realizado arrestos en los últimos cinco años, el problema persiste.
Para el sargento Christopher García, la limpieza constante de las áreas es clave: “Si no se limpia, el mensaje es el equivocado”, afirmó.
La ciudad de Hialeah asume la responsabilidad de mantener estas zonas libres de desechos, aunque el costo económico de estas operaciones es significativo. La alcaldesa Jacqueline García-Roves ha reiterado su compromiso de combatir el vertido ilegal de basura mediante limpieza, patrullaje intensificado y coordinación con el Condado de Miami-Dade para ejecutar un plan de acción más efectivo.
Más allá de la estética urbana, la presencia de vertederos ilegales plantea riesgos para la salud y el bienestar de los residentes. La lucha contra el vertido clandestino requiere la cooperación de autoridades y comunidad.
Mientras la conciencia pública aumenta y las denuncias se multiplican en redes, existe la esperanza de que Hialeah recupere su limpieza y seguridad, transformando la presión social en resultados concretos para la ciudad.
Fuente: Local 10 News
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