La tragedia que sacudió la ciudad de Louisville, Kentucky, cuando un avión de carga de UPS se estrelló poco después de despegar del Aeropuerto Internacional Muhammad Ali, ha dejado hasta el momento sin vida a 13 personas y varios heridos de gravedad, según confirmaron las autoridades estatales.
La aeronave, identificada como el vuelo 2976, se dirigía a Honolulu cuando cayó en una zona industrial, desatando un incendio de grandes proporciones y una densa columna de humo visible a kilómetros de distancia.
El gobernador Andy Beshear informó que entre las víctimas podría encontrarse un niño y que algunos heridos presentan lesiones “muy graves”. Tres empleados de una planta de autopartes permanecen desaparecidos, mientras cientos de bomberos continúan las labores de búsqueda entre los restos calcinados.
El accidente afectó además una planta de reciclaje de petróleo, donde se produjeron explosiones secundarias debido a la ruptura de tanques de combustible. “Estaremos allí durante algún tiempo para controlar la escena”, aseguró el jefe de bomberos Brian O’Neill, quien explicó que las supuestas explosiones fueron, en su mayoría, válvulas de alivio que evitaron un desastre mayor.
La aeronave siniestrada era un McDonnell Douglas MD-11F, modelo ampliamente utilizado por compañías de carga como UPS, FedEx y Lufthansa Cargo. Estos aviones, capaces de transportar más de 140 mil litros de combustible, fueron en su día populares para vuelos comerciales, pero hoy operan casi exclusivamente como cargueros.
Boeing, fabricante actual del modelo tras absorber a McDonnell Douglas, ofreció su colaboración técnica a la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB), que lidera la investigación junto a la FAA.
El siniestro ocurrió cerca del centro logístico principal de UPS, conocido como Worldport, donde más de 12 mil empleados procesan millones de paquetes cada día. La magnitud del accidente ha conmocionado a la comunidad local, especialmente a los familiares de las posibles víctimas. En un centro de asistencia familiar, decenas de personas esperan noticias sobre sus seres queridos desaparecidos.
Entre ellos, dos hombres aguardan desesperadamente información sobre una mujer de 45 años que se encontraba en una tienda de autopartes justo cuando el avión impactó. “Ella es todo lo que tengo”, confesó su pareja con la voz entrecortada, mientras los equipos de rescate continúan su ardua labor. La ciudad de Louisville amanece hoy con el corazón roto y la esperanza de que no se sumen más nombres a la lista de fallecidos.
Cándido Fabre asegura que sus críticas buscan “ayudar” a la Revolución, no cuestionarla
Hace 6 horas
Debut santiaguero con fuerza en béisbol de Nicaragua: Guibert brilla y Yanqui promete más
Hace 1 día