La historia de Nayrin Calvo, hija del legendario salsero cubano Pedrito Calvo, ha tocado profundamente el corazón de la comunidad cubana en Miami y fuera de la isla. Después de cuatro años viviendo en las calles a causa de su adicción a las drogas, la joven intenta reconstruir su vida paso a paso, acompañada por Conducta Dade, una iniciativa dedicada a visibilizar y ayudar a personas sin hogar en el sur de Florida.
Su caso se dio a conocer a través del canal de YouTube del proyecto, donde Nayrin compartió su testimonio con una mezcla de valentía, vulnerabilidad y deseo de cambio. “Cuando tienes un padre artista es complicado, no quiero que su imagen se dañe, aunque yo sé que el pueblo lo ama. Él merece que su hija salga de este bache”, confesó, dejando ver su amor y respeto por su padre incluso en medio del dolor.
Artista como él, Nayrin relató cómo su vida dio un giro inesperado: a pesar de haber trabajado en eventos y conciertos junto a reconocidos músicos en Miami, terminaba durmiendo bajo un puente al caer la noche. “Pedía un aventón a algún amigo, pero le decía que me dejara en la esquina para que no supiera que vivía en las calles”, contó entre lágrimas, con una voz que reflejaba años de soledad, miedo y vergüenza.
Durante el recorrido con el equipo de Conducta Dade, la joven mostró los lugares donde sobrevivió por meses: un puente cercano a las vías del tren y una zona de autopista donde incluso sufrió una sobredosis. “Aquí tuve una sobredosis, aquí atenté contra mi vida, viví muchas cosas aquí”, relató mientras señalaba el sitio que fue su refugio y su infierno.
En medio de la adversidad, Nayrin también habló con orgullo de sus hijos, especialmente de su hija mayor, de 16 años. “Mi hija pasó de ser hermana a madre de su hermanito. Ella quiere ser psicóloga forense. Eso sí, yo le inculqué una buena educación, que nadie le rompa sus sueños”, aseguró, consciente del impacto que su adicción ha tenido en su familia, pero aferrada al amor que la impulsa a seguir adelante.
Gracias a la intervención de Conducta Dade, la organización consiguió su ingreso a un centro de rehabilitación, aunque semanas después informaron que la joven decidió continuar el proceso por su cuenta. “Nayrin decidió abandonar el centro de rehabilitación con la intención de continuar su proceso por su cuenta. Ella mantiene la mejor disposición y la misma determinación de salir adelante, de dejar atrás ese mundo y recuperar su vida. Aun así, seguimos a su lado. Creemos en ella, en su fuerza y en sus ganas de cambiar”, publicaron desde la plataforma.
Aunque la decisión generó preocupación, también despertó respeto y solidaridad. Conducta Dade reiteró que Nayrin sigue luchando desde las calles, sosteniéndose en la fe y la voluntad de renacer. “Hoy la visitamos, y nos demostró que cada día limpio cuenta, que la recuperación no siempre ocurre entre cuatro paredes, sino dentro del corazón. Son 24 horas más de vida, de valentía y de esperanza. Seguimos confiando en ella. Seguimos caminando a su lado”, escribieron en una de sus más recientes actualizaciones.
El caso de Nayrin Calvo expone con crudeza la cara más dolorosa de la adicción y el peso emocional que cargan muchas familias, incluso aquellas ligadas a la fama y la música. Su historia, marcada por la caída, la resistencia y el deseo de cambio, se convierte en un símbolo de lucha y humanidad.
Entre la esperanza y la recaída, Nayrin representa a miles de cubanos en el exilio que enfrentan sus demonios lejos del hogar. Su decisión de contar su historia sin filtros ni excusas la reafirma como una mujer valiente que, día a día, demuestra que cada jornada limpia sigue siendo una victoria.