El arresto de una trabajadora de una guardería en Chicago por parte de agentes del ICE ha desatado una ola de indignación y miedo en la comunidad latina. El suceso ocurrió frente al Centro de Aprendizaje Temprano de Inmersión en Español Rayito de Sol, cuando varios agentes, vestidos de negro y con el rostro cubierto, interceptaron a una maestra de preescolar mientras salía del centro educativo.
En un video viral, se puede ver cómo los agentes la toman por los hombros mientras ella grita que tiene permiso de trabajo y “todos sus papeles en regla”.
Padres, maestros y vecinos describen el operativo como una “escena de terror” que jamás imaginaron presenciar en un espacio destinado a la infancia. Aunque no había niños presentes en ese momento, la noticia se regó por los chats de padres en cuestión de minutos, generando una mezcla de pánico y rabia. Muchos corrieron hasta la escuela temiendo por la seguridad de sus hijos.
“Fue un secuestro, así lo sentimos todos. Estábamos llorando, abrazados, sin entender cómo podían hacer algo así frente a un lugar lleno de niños”, dijo Tara Goodarzi, madre de un alumno y abogada de inmigración. La guardería tuvo que suspender sus actividades el resto del día, y el personal permanece conmocionado. “Lo hicieron sin respeto, sin humanidad, sin pensar en el daño emocional”, añadió otra madre.
El caso se produce en medio de un clima de creciente tensión en Chicago por las recientes redadas migratorias. Durante el fin de semana del Día de Muertos, el ICE ya había ejecutado varios operativos en barrios hispanos, provocando miedo y la cancelación de eventos comunitarios. Incluso el gobernador JB Pritzker había solicitado suspender estas acciones durante Halloween, pero fue ignorado.
La detención de la maestra ha generado un fuerte movimiento de apoyo. Decenas de padres planean protestar frente a las oficinas de inmigración exigiendo su liberación y el fin de los operativos en escuelas y guarderías. “Nuestros hijos la quieren, confían en ella. No vamos a quedarnos callados”, afirmó Goodarzi.
En redes sociales, el video acumula miles de reproducciones y comentarios de solidaridad. “No es un arresto, es una humillación pública”, escribió una usuaria. Otro padre resumió el sentir colectivo: “Si pueden llevarse a una maestra frente a una escuela infantil, nadie está a salvo”.
Fuente: The Mirror
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