Más de 20 tramos ferroviarios han sido destruidos o permanecen inservibles tras 15 a 20 años de abandono absoluto, describe publicación de la activista Lara Crofs en Facebook, lo que ha desatado una ola de indignación al revelar el colapso total del sistema ferroviario en el oriente cubano.
Desde la Línea Central, dos kilómetros antes de "Senén Casas" hasta el ramal Holguín y Cacocum–Alto Cedro, la situación refleja no un daño puntual, sino una muerte lenta por negligencia.
Entre los casos más críticos destacan el puente sobre el río Cauto en Palma Soriano, cuya entrada se encuentra socavada; el puente Laguna Blanca, completamente destruido; y los escurrimientos masivos en Songo–La Maya.
Según la denuncia, más del 70% de la red ferroviaria oriental está en “estado zombi”, con drenajes colapsados, balasto inexistente y puentes sin refuerzo desde 1991. “Esperan el tren como un milagro”, escribió la autora, recordando que el Huracán Melissa solo destapó lo que ya estaba podrido: décadas de desidia institucional.
Los comentarios de los cubanos en redes sociales no se hicieron esperar. Pipo Torres desde Las Tunas aseguró que “en Jobabo y Jobabito las líneas ya ni existen”. Yennisel Reynaldo añadió que “muchos ciudadanos se robaron tramos completos de vías, y ahora vemos las consecuencias”. Reiner Piñero, con conocimiento técnico, advirtió: “Cuando se abra la línea, habrá descarrilamiento al 100%”.
La realidad respalda esas palabras. En los últimos años, descarrilamientos frecuentes han sido reportados en Camagüey, Ciego de Ávila, Villa Clara y Santiago de Cuba, algunos con heridos graves y pérdidas materiales.
En abril de 2024, un tren de pasajeros que cubría la ruta Bayamo–Manzanillo se salió de la vía tras una lluvia intensa; en 2023, otro convoy cargado de azúcar volcó en Jatibonico al pasar sobre un tramo corroído por la humedad.
Mientras tanto, el régimen culpa a las lluvias, a los ciclones y hasta al “bloqueo”, pero la evidencia apunta a abandono total, corrupción y falta de mantenimiento básico.
Como comentó Alexis Martínez: “En Valencia una DANA arrasó todo y al año estaba reparado. "En Cuba, la ‘robolución’ necesitará otros 65 años para intentar arreglar lo que destruyó”.
Hoy el tren, símbolo del progreso y la unión del país, se ha convertido en una metáfora del colapso nacional: un país sin vías, sin rumbo y sin destino.
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