Otro preso político, activista de la Unión Patriótica de Cuba y manifestante de julio 11, Manuel de Jesús Guillén Esplugas, murió el pasado mes de noviembre, producto de una golpiza. Guillén Esplugas cumplía una condena de seis años de privación de libertad por el falso delito de sabotaje. Su hermano Adrián Borrero y su primo Yan Franco, así lo denunciaron en las últimas horas, via Messenger a través de las redes sociales, según reporta LaTijera .
Ellos denuncian que los guardias del Combinado del Este le propinaron la golpiza y luego dijeron que fue que Manuel mismo se golpeó. También denuncian que Manuel se negaba a las múltiples propuestas de trabajar para la Seguridad del Estado y que eso provocó el altercado, el cuál terminó costándole la vida.
Manuel se había fugado de la prisión desesperado por el acoso y cuando lo agarraron, lo metieron a una celda de castigo y allí sucedió la golpiza. En el video que su hermano y su primo enviaron se puede ver a su mamá repitiendo que "se lo mataron", frente a un sicario de la dictadura con grados de mayor.
Sus familiares insisten en que fue brutalmente golpeado hasta asesinarlo. Ellos piden que compartamos la denuncia.
¡Que en paz descanse Manuel y que sus verdugos paguen por este crimen!.
Otros ejemplos de presos políticos cubanos que han sido asesinados o golpeados por la dictadura incluyen a Orlando Zapata Tamayo, activista por los derechos humanos y preso político, miembro del Movimiento Alternativa Republicana. Murió el 23 de febrero de 2010 después de una prolongada huelga de hambre y tras haber sido sometido a golpizas y malos tratos en prisión. Su muerte fue ampliamente denunciada por organizaciones internacionales de derechos humanos.
Wilman Villar Mendoza, activista y miembro de la Unión Patriótica de Cuba. Falleció el 19 de enero de 2012 tras una huelga de hambre de 50 días, en protesta por su encarcelamiento injusto. Villar Mendoza fue detenido durante una manifestación pacífica y condenado a cuatro años de prisión por desacato y atentado. Durante su huelga de hambre, no recibió la atención médica adecuada y fue colocado en condiciones inhumanas.
Osvaldo Payá Sardiñas, íder del Movimiento Cristiano Liberación y promotor del Proyecto Varela, un esfuerzo para conseguir reformas democráticas en Cuba. Payá murió en un accidente automovilístico sospechoso el 22 de julio de 2012. Su familia y seguidores alegan que el accidente fue provocado deliberadamente por agentes del gobierno cubano.
Harold Cepero, joven activista y miembro del Movimiento Cristiano Liberación, murió junto a Oswaldo Payá en el mismo accidente sospechoso el 22 de julio de 2012. Las circunstancias de su muerte también han sido objeto de denuncias y sospechas de asesinato.
Juan Wilfredo Soto García: activista de derechos humanos que murió el 8 de mayo de 2011 tras recibir una golpiza por parte de la policía en Santa Clara. Soto García era conocido por su activismo pacífico y su muerte fue condenada por organizaciones de derechos humanos que señalaron la brutalidad policial como la causa de su fallecimiento.
Estos casos son emblemáticos de la represión violenta que enfrentan los disidentes y activistas en Cuba. La comunidad internacional y las organizaciones de derechos humanos continúan denunciando estos abusos y exigiendo justicia para las víctimas.
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