El científico cubano Oscar Casanella se convirtió en padre por segunda vez este viernes cuatro de marzo. Su pequeño nació en Miami, ciudad a la que llegó hace menos de dos meses.
El activista por los derechos humanos salió de Cuba junto a su familia y cruzó las fronteras de varios países hasta llegar a Estados Unidos, tras años de acoso, detenciones y amenazas por parte de la Seguridad del Estado.
Emocionado, el joven compartió la noticia con sus seguidores y destacó la diferencia de las condiciones del hospital en el que nació su bebé.
"Amigos. Soy papá por segunda vez. David llegó al mundo a las 3:30 pm de hoy 4 de marzo de 2022. David y su hermano son los dos mas importantes regalos que me ha dado la vida", escribió en sus redes sociales.
"David nació aquí en EUA rodeado de unas condiciones e infraestructura hospitalaria mil veces mejor que mi primer hijo, el cual nació en Cuba en el Hospital González Coro en La Habana. El estado de EUA nos cubre mediante el seguro médico MedicAid, todos los gastos hospitalarios relacionados con el parto", puntualizó.
Casanella dijo que había podido estar, junto a su madre, presente en el parto de su esposa y le permitieron cortar el cordón umbilical, tomar fotos y videos y en ningún momento se llevan al bebé fuera de la vista de los padres.
Decenas de mujeres y familias en Cuba denuncian la violencia obstétrica en los hospitales, donde las mujeres embarazadas se enfrentan a angustiosos procesos durante el parto y no le permiten ningún acompañante.
"No tuvimos que traer ni cubo, ni frazada, ni calentador eléctrico de agua, ni toalla ni sábanas al hospital", concluyó el cintífico en referencia a las terribles condiciones de los centros de salud en la isla, donde escasea, además de las medicinas y los recursos médicos, la infraestructura básica para permanecer en ellos.
A mediados de enero de este año Oscar Casanella anunció que se había marchado de Cuba "con el dolor de un patriota obsesionado con la libertad del pueblo". "Desgraciadamente en eso se empeña la dictadura", dijo.
Una semana después, el joven llegó a Miami junto a su hijo y esposa embarazada y contó que había salido del país en diciembre de 2021.
Según explicó, debieron enfrentarse juntos a una difícil y peligrosa trayectoria para “ponerse a salvo y fuera del alcance de la dictadura cubana”.
Casanella fue uno de los jóvenes que se acuarteló en noviembre de 2020 en la sede del Movimiento San Isidro, en La Habana Vieja, para protestar por el encarcelamiento del rapero Denis Solís.
La Seguridad del Estado los sacó por la fuerza bajo supuestas razones relacionadas al coronavirus. Algunos permanecieron presos varios días y otros fueron liberados después de horas de interrogatorios.
Desde entonces Oscar vivió bajo vigilancia. Agentes de la Policía política le impedían en muchas ocasiones salir de su vivienda, le cortaban el internet y lo detuvieron y amenazaron por sus ideas políticas.
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