El Banco de España ha emitido un aviso importante para quienes posean billetes de 10, 20, 50 o 100 euros en mal estado. Aquellos que presenten deterioro o daños provocados por el uso no serán aceptados en transacciones comerciales y deberán ser sustituidos para mantener su validez.
A pesar del auge de los pagos electrónicos mediante tarjetas y aplicaciones como Bizum, el dinero en efectivo sigue siendo el método de pago más utilizado. Sin embargo, el desgaste natural de los billetes con el tiempo puede afectar su uso. Para evitar problemas, el Banco de España ofrece la posibilidad de canjearlos por otros en buen estado sin pérdida de valor.
Para sustituir los billetes deteriorados, los ciudadanos pueden acudir a las sucursales del Banco de España o a entidades bancarias colaboradoras. Es necesario presentar el DNI o pasaporte y, en caso de ingreso en cuenta bancaria, proporcionar el número de cuenta correspondiente. En las oficinas del Banco de España, el cambio es inmediato, mientras que en otras entidades puede requerir la cumplimentación de un formulario y un tiempo de espera para la validación.
Según la información publicada en su página web, el Banco de España cambiará billetes siempre que se presente al menos la mitad de la superficie original o se demuestre que la parte faltante ha sido destruida. También se pueden canjear aquellos que estén manchados, rasgados o con inscripciones, siempre y cuando su autenticidad pueda verificarse.
El canje es gratuito en la mayoría de los casos, salvo cuando el deterioro sea consecuencia de la activación de dispositivos antirrobo. En estos casos, si los billetes provienen de entidades de crédito o casas de cambio y su número es igual o superior a 100, se aplicará un cargo de 10 céntimos por billete.
Aunque el Banco Central Europeo trabaja en la implementación de un euro digital, el dinero en efectivo sigue teniendo un papel fundamental en la economía. A pesar de los avances tecnológicos, el uso de billetes y monedas sigue vigente en comercios, estaciones de servicio y restaurantes, y por el momento, no hay indicios de que su desaparición sea inminente.