Entre el 1 de enero y el 3 de marzo de este año, Cuba ha registrado 136 incendios forestales que han arrasado con 813,14 hectáreas de bosques en diversas provincias, según reportó el Cuerpo de Guardabosques de Cuba (CGC). Los siniestros se han concentrado mayormente en Pinar del Río, Isla de la Juventud y Cienfuegos, donde se han perdido extensas áreas de vegetación.
Los territorios más afectados han sido:
Pinar del Río: 30 incendios que dañaron 479 hectáreas.
Isla de la Juventud: 23 incendios, afectando 813,14 hectáreas.
Cienfuegos: 19 incendios, con una afectación de 46 hectáreas.
Estas cifras reflejan que solo en estas tres regiones se ha registrado el 68% de los incendios forestales del país, con especies como el Macurije, Almácigo, Gúasima y Jobo entre las más perjudicadas.
A pesar de los esfuerzos del Cuerpo de Guardabosques y otras autoridades locales, el control de estos incendios enfrenta serios obstáculos debido a la crisis económica que atraviesa Cuba. Uno de los principales problemas es la escasez de combustible, lo que limita el traslado de equipos de emergencia a las zonas afectadas. En varias ocasiones, los bomberos han demorado en llegar a los focos de incendio por la falta de vehículos disponibles o porque estos no cuentan con suficiente diésel para operar.
A esto se suma la carencia de equipos especializados, como mangueras de alta presión, bombas de agua y trajes ignífugos adecuados para la protección de los combatientes del fuego. Muchos de los brigadistas deben trabajar en condiciones precarias, con herramientas rudimentarias y sin el equipamiento necesario para enfrentar incendios de gran magnitud.
Otro problema grave es la ausencia de sistemas de detección temprana. En muchos casos, los incendios son reportados por pobladores o viajeros que los detectan a simple vista, en lugar de contar con torres de vigilancia equipadas con tecnología de monitoreo. La falta de acceso a imágenes satelitales y sistemas de alerta temprana hace que el fuego se propague sin ser detectado a tiempo, aumentando los daños en la vegetación y poniendo en riesgo comunidades cercanas.
El CGC ha señalado que la mayoría de estos incendios son producto de negligencias humanas, ya que el 95% de los casos se deben a violaciones de normas de seguridad e ilegalidades. Entre las principales causas se encuentran:
Quemar terrenos sin control.
Fumadores y transeúntes que arrojan colillas encendidas.
Vehículos con desperfectos técnicos que generan chispas.
Cazadores y pescadores furtivos que prenden fuego en zonas boscosas.
A estos factores se suman condiciones climáticas adversas como la sequía y la acumulación de material combustible, agravadas por el impacto del cambio climático.
El Cuerpo de Guardabosques de Cuba añade en su nota informativa que desde hace años lleva a cabo una Campaña de Protección contra Incendios Forestales, la cual se desarrolla entre enero y mayo, antes del inicio de la temporada ciclónica en junio y que el programa involucra a organismos estatales, organizaciones sociales y la población para reforzar medidas preventivas y reducir el impacto de los incendios.