Un grupo de cubanos deportados desde Estados Unidos hacia México ha quedado atrapado en condiciones inhumanas en el estado de Chiapas. Sin recursos, sin documentos y sin la posibilidad de regresar o avanzar, los migrantes denuncian que llevan nueve días sin poder bañarse, sin dinero y en un entorno peligroso, donde temen por su seguridad.
Según relataron fueron trasladados hasta la frontera sur mexicana y dejados allí “a su suerte”, sin ningún tipo de apoyo por parte de las autoridades migratorias. “Nos trajeron hasta acá y nos abandonaron. No tenemos dónde dormir, no tenemos comida ni agua”, explicó uno de los afectados.
Los cubanos aseguran que permanecen a la espera de un salvoconducto que les permita permanecer legalmente en México o continuar viaje hacia el norte.
Sin embargo, la espera se ha prolongado indefinidamente, en medio de altas temperaturas, insalubridad y amenazas constantes de grupos delictivos locales.
“Estamos viviendo como animales, no tenemos baño, no hay agua para asearnos y no sabemos cuánto más podremos resistir”.
Este grupo forma parte del creciente número de cubanos que, tras intentar cruzar la frontera de Estados Unidos, son deportados hacia territorio mexicano, donde quedan en un limbo legal y humanitario. Organizaciones de derechos humanos han denunciado que México no garantiza la protección mínima a los migrantes deportados, especialmente a los provenientes de Cuba, Venezuela y Haití.
La situación refleja la fragilidad del acuerdo migratorio entre Washington y Ciudad de México, que en la práctica ha convertido a miles de migrantes en víctimas de abandono y violencia.
Mientras tanto, los cubanos en Chiapas solo piden lo básico: higiene, seguridad y una respuesta. “No queremos privilegios”, “solo que nos traten como seres humanos”.