Este martes, el presidente de Estados Unidos Donald Trump, acudirá a la inauguración del nuevo centro de detención de inmigrantes conocido como Alligator Alcatraz, ubicado en los Everglades, Florida.
Esta visita, que ha sido confirmada por fuentes de la Casa Blanca y la FAA, representa un momento políticamente simbólico tanto para la administración Trump como para el gobernador del estado, Ron DeSantis.
El centro fue construido en un tiempo récord de apenas una semana sobre una antigua pista de aterrizaje en el condado de Miami-Dade, y su creación ha encendido el debate sobre la política migratoria, el uso de poderes de emergencia y el impacto ecológico en la región.
Apodado “Alligator Alcatraz” en referencia tanto al famoso presidio como a los reptiles que abundan en la zona, el centro podrá albergar hasta 5,000 inmigrantes detenidos. Aunque fue concebido como parte de una orden ejecutiva de DeSantis firmada en 2023, el verdadero artífice del proyecto ha sido su fiscal general y asesor político, James Uthmeier.
El proyecto ha sido rápidamente convertido en un símbolo de la línea dura republicana en materia migratoria, con campañas de recaudación vendiendo mercancía promocional vinculada a la instalación, y con medios conservadores como Fox News accediendo a recorridos exclusivos del complejo.
El Alligator Alcatraz no solo encarna una visión estricta sobre la inmigración, sino también una clara intención de proyectar poder político a nivel estatal y federal. Trump y DeSantis han alineado sus intereses en una estrategia que utiliza el control migratorio como bandera y arma electoral.
Sin embargo, el centro no ha sido recibido sin oposición. Grupos ambientalistas, encabezados por Amigos de los Everglades, han presentado demandas judiciales para frenar el proyecto.
Argumentan que el 96 % del terreno donde se levantó la instalación son humedales, parte de la zona protegida adyacente a la Reserva Nacional Big Cypress. Entre las especies afectadas se encuentra la pantera de Florida, en peligro de extinción. Además, líderes locales han denunciado que la confiscación del terreno se hizo de manera unilateral, sin respetar procesos administrativos ni escuchar a las comunidades aledañas.
"Este plan no solo es cruel, sino que amenaza el ecosistema de los Everglades, cuya preservación ha costado miles de millones en fondos públicos", denunció Eve Samples, directora de Amigos de los Everglades. Su voz se suma a la de cientos de manifestantes que protestaron el sábado frente al centro, alertando sobre las consecuencias sociales y medioambientales del proyecto.
A pesar de la controversia, el Departamento de Seguridad Nacional ha respaldado la iniciativa y considera cubrir parte del presupuesto operativo, que asciende a 450 millones de dólares anuales.
Este aval federal refuerza la imagen de Florida como el estado que más decididamente respalda la agenda migratoria de Trump, convirtiendo la inauguración de Alligator Alcatraz en una muestra palpable de esa alianza ideológica. La visita de Trump este martes promete ser un evento cargado de tensión y simbolismo en medio de una campaña electoral en plena efervescencia.
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